ANÁLISIS A FONDO
De mentiras y verdades
Francisco Gómez Maza
La diferencia FCH - AMLO
Felipe no leyó completo
Ciudad de México.- Ayer comenzaron a aclararse las palabras y los números; las verdades, las medias verdades, las mentiras. Y… las manipulaciones…
El presidente Calderón no miente. No leyó completa la propuesta de López Obrador. Y se aprovechó para atacar.
El candidato de las izquierdas sostiene la tesis, y lo hace desde que se inició la campaña electoral ─en el debate del domingo, sólo lo reiteró─ de que es posible ahorrar 300 mil millones de pesos atacando la corrupción y rebajando no sólo los escandalosos “salarios” de los altos funcionarios del sector central y de las empresas públicas, como Pemex, la Comisión Federal de Electricidad, el Seguro Social, el ISSSTE, etcétera, sino una serie de prebendas y gastos lujuriosos, viajes innecesarios, francachelas, gastos de representación, gastos innecesarios en publicidad e imagen, seguros médicos privados y fondos de ahorro con participación extra del gobierno. Esto no lo leyó Calderón.
El presidente reviró y le dijo mentiroso porque los salarios de los funcionarios del gobierno federal (la burocracia) ─“de director a presidente”─ no llegan a esa cantidad. Leyó sólo lo que le convenía. Lo apoyó su secretario de Hacienda, José Antonio Meade. Tiene razón este funcionario: los salarios de la alta burocracia del gobierno federal (gobierno central) totalizan alrededor de 275 mil millones de pesos.
Pero el total de gastos de personal del gobierno federal (incluyendo paraestatales) es de 1,133 billones de pesos en 2011; aproximadamente el 31% del total presupuestado. La propuesta de López Obrador es reducir en 300 mil millones los mil y tantos millones que actualmente son destinados a apapachar a los burócratas de lujo de todo el sector público y a gastos escandalosamente superfluos.
Fernando Turner, el empresario regiomontano que sería secretario de hacienda en el hipotético gobierno de la izquierda, le explicó a ADN Político del grupo Expansión, con palabras llanas y cifras duras, cómo no sólo es posible la propuesta, sino necesaria, indispensable y urgente, para incentivar la economía y atacar la pobreza generalizada de la población.
Dice Turner que se ha hecho un hábito del gobierno mentir con números. Por eso nadie cree cuando se dice la verdad con cifras. Pero…
Y aquí algunos datos duros del empresario regiomontano: el presupuesto de egresos federal ha aumentado de 19.5% a 25.5% del PIB (Producto Interno Bruto: la suma de todos los bienes y servicios producidos por la economía nacional en el periodo de un año) de 1999 a 2011. El PIB ha aumentado de aproximadamente $6.35 billones de pesos a $14.1 billones. Así, el presupuesto de egresos (gasto público) ha subido de $1.2 billones a $3.6 billones. El gasto corriente (el gasto que no produce nada; si acaso camadas de ricos) ha llegado a $2.2 billones de 0.7 billones. Para 2012 se presupuestó en $3.7 billones y va en tendencia de $3.8 billones. Lo presupuestado para 2012 es un gasto total de $3.7 billones, dentro del cual el gasto corriente ocuparía $2.4 billones.
Aumenta el gasto público más rápido que la producción y el empleo. Esto es un camino hacia más pobreza y menos desarrollo. El gasto público lo pagan los ciudadanos a corto o a largo plazos, y su aumento debilita la inversión y el empleo.
Del presupuesto total federal (incluye las entidades paraestatales) el gasto por servicios personales expresado directamente es de $861,000 millones, y tiene la tendencia a $960,000 millones en 2012. A este rubro le faltan conceptos directamente ligados a personal: rubros 1200, 1300, 1500, 1700, 3700 etc., y los relacionados a seguridad social y pensiones y jubilaciones.
Sumando esos y otros conceptos relacionados, el total de gastos de personal del gobierno federal (incluye paraestatales) es de 1.133 billones de pesos en 2011; aproximadamente el 31% del total presupuestado.
No todos esos rubros se pueden reducir a corto plazo, pero sí es posible reducir los ingresos de los funcionarios superiores que, además, son los que generalmente inician su periodo sexenal de trabajo con el presidente.
En México, el 2.9% de los empleados de élite del gobierno central absorbe el 22% del presupuesto anual de sueldos y prestaciones, según investigación de El Universal en los portales de cada dependencia de la administración.
La propuesta de López Obrador consiste en reducir los tabuladores del nivel superior del Gobierno Federal, para ajustarlos a la realidad del escaso ingreso de la población y así liberar recursos para financiar algo de las más urgentes necesidades.
“Nuestra meta, dice Turner, es reducir el gasto total en aproximadamente 300 mil millones, incluyendo en esa estimación los ahorros provenientes de: eliminar estructuras redundantes; simplificación de la administración, menos trámites; eliminación de viajes innecesarios, comidas, gastos de representación; eliminación de gastos innecesarios de publicidad e imagen, seguros médicos privados y fondos de ahorro con participación extra del gobierno.
Para un administrador prudente, es evidente que en el gasto corriente del gobierno hay dispendio, corrupción, derroche y mucha ineficiencia. La población demanda se elimine este dispendio. La estimación de Turner es que se puede ampliar esta meta al cubrir a todo el sector público, incluyendo Pemex y CFE, en donde la corrupción en contratos es rampante.
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