Ovarios y madrazos
Hugo L. del Río
Monterrey.- Nuestro joven procurador, el abogado Adrián de la Garza, debe recoger el guante, no tan blanco, que le arrojó a la cara Mauricio Fernández. El sampetrino no precisó si la confrontación en el ring sería con guantes o sin ellos; tal vez Mauricio pensó en un encuentro a madrazos como los que se libran en los callejones de ciudades norteamericanas: a mano limpia y con reglas elásticas.
O quizás prefiera el pugilato al estilo tailandés: puñetazos, patadas y cabezazos.
Pero de que el abogado de Nuevo León está obligado a desmentir a Xóchitl Gálvez sí, lo está.
Y qué mejor oportunidad que ésta. La pelea podría ser en la Explanada de los Héroes: céntrica, accesible, amplia.
Necesitamos un réferi imparcial y enérgico: propongo al perredista Gerardo Noroña, con la condición de comprometerlo a no golpear a los contendientes: podrá decirles lo que quiera, pero le está vedado madrearlos.
Desde luego, el alcalde usará calzones azul y blanco en tanto que De la Garza lucirá los tres colores de su partido.
Las cosas hay que hacerlas bien. El fondo musical, a cargo de André Rieu y su orquesta, y se torcerían un poco las previsiones del marqués de Queensberry para crear intermedios amenizados por los bailarines turcos. María Julia Lafuente es la persona idónea para narrar el combate por radio y tele.
Les podemos pedir a los holandeses que regalen unos hectolitros de Heineken, pero habrá que negarles a Fernando y Jonás la venta de quesos.
Los derechos por la transmisión en TV garantizarán, para el estado, la compra de papel y jabón para los sanitarios del palacio de cantera, y para San Pedro, la reparación de uno que otro semáforo descompuesto.
Claro que ingresará más dinero, pero ya saben…
Desde luego, Mauricio será el ganador, y no es que ya todo esté arreglado: Adrián no es un rival digno del edil, para quien propongo desde ahora que se reviva el título que Santa Anna se dio a sí mismo:
Mauricio, Su Alteza Serenísima.
¿Cuántos rounds aguantará el procu? No muchos. Y qué tal si ampliamos el programa: la segunda batalla podría ser con Álvaro Ibarra: tampoco es pieza para Mauri, a quien sin duda le sobraría ánimo ahora para un debate con el gobernador Rodrigo.
Con edecán pechugona y piernuda, desde luego.
Ricardo Espinosa sería el moderador: hay que cuidar el lenguaje.
Mauricio podrá repetir la palabra “pelao” todo lo que quiera, pero sólo le estaría permitido decir “que no se hagan bueyes,” “mamelucadas” y “buenos pa’ nada” veinte veces.
Y nada más en una ocasión le pondrá a Medina de la Cruz la etiqueta de “loco”.
No le impondremos limitaciones al jefe del Ejecutivo estatal: de eso se encarga su no muy rico vocabulario.
Habrá dos premios: para el ganador de las trompadas, el derecho a sentarse diez minutos en la silla del gober; para el vencedor del debate, un uniforme de la policía de Garza García y un juego de tablas de la Ministerial.
Bah, es mejor cachondear. Este es el nivel de los hombres que nos gobiernan.