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1081 15 Junio 2012

 

¿Enrique o Andrés Manuel?
Miguel Treviño Rábago

Reynosa.- Un debate es una discusión, es pelear por algo, es combatir un punto de vista con otro, es demostrar inteligencia y agilidad mental para replicar y combatir lo dicho por otro.

Lo cierto es que el famoso “debate” presidencial no fue tal. Los 4 aspirantes a la Presidencia de México nos recetan sus monólogos, sus recetas, sus fórmulas mágicas para resolver todos los problemas de este país.

Pero si el primer debate fue mediocre, el segundo fue fatal. Creo que ahora ha quedado plenamente demostrado que tales "debates" no sirven para nada y no son más que un pretexto para diseminar chismes, mentiras, fantasías, locuras y estupideces. Nada aportan a la vida política nacional porque no pasan de ser "rollos" sin sustento real y menos legal. ¿Cómo saber que van a cumplir con las mil promesas que lanzan felices al aire? No hay manera. El refrán lo dice: “Las palabras se las lleva el viento.”

Enrique Peña Nieto: Volvió a rugir el dinosaurio priísta que no estaba muerto, andaba de parranda. Con su lenguaje demagógico que nos acostumbramos a escuchar por 70 años, habló mucho sin decir nada. Otra vez el lenguaje cantinflesco. Otra vez sus rollos y peroratas seudo patrióticos que pretenden hacernos creer que si triunfan los priístas en las próximas elecciones, nos van a salvar del fin del mundo maya. Acartonado, tenso, rígido, cuidando las formas y recordando los consejos de sus asesores, el candidato tricolor hizo todo lo posible por no salirse del libreto. Como niño de escuela aplicado, recitó sus notas y una y otra vez nos mareó con ese fastidioso sonsonete priísta que nos choca apenas lo volvemos a escuchar. No hay ningún nuevo PRI. Dinosaurios y bebesaurios son los mismos. Agarre usted al que sea de esa pandilla, y observará las mismas poses, las mismas frases, las mismas promesas, la misma demagogia barata. Si usted está pensando en votar por Peña Nieto, es un salto mortal al negro y sangriento pasado histórico de Díaz Ordaz, Echeverría, López Portillo, De la Madrid, Salinas y Zedillo. Y como invitado especial, agréguele al nada loco Fox que les anda haciendo el caldo gordo para proteger su enriquecimiento inexplicable al lado de Martha y sus hijastros, los Bribiesca. 

Josefina Vázquez Mota: Se suicidó políticamente. Nerviosa, asustada, temblorosa, fingida y sin experiencia, casi le quita la chamba a Paty Chapoy con el montón de chismes que le pusieron en sus carpetas. Se fue por la vía de la descalificación y los batidos de lodo al estilo de la campaña de Calderón. Y es que sus asesores no buscan hacerle resaltar por sus virtudes ─si es que las tiene─ sino la quieren hacer brillar llenando de estiércol a sus oponentes.

Josefina no tiene idea de lo que significa gobernar ni el más pequeño municipio de México. Nunca ha sido ni alcaldesa, ni gobernadora. Sus “puestos” han sido por oficio de nombramiento o en lista de regalos legislativos. Nunca ha ganado una elección de nada. Y es tan fingida en sus “actuaciones” trágico-cómicas que casi nos hace llorar o nos lleva al borde de la carcajada. Al lado de otras “presidentas” de América Latina, ella es una ratoncita sin chiste. No hay en ella carisma, pasión, luces, inteligencia, arrastre o fuerza. Está, eso sí, llena de ambición, rencores, odio, envidia y complejos. Definitivamente el último “debate” la mandó al tercer lugar sin posibilidades de nada. Llegó en motocicleta a su registro y se irá en bicicleta a su casa. 

Andrés Manuel López Obrador: Amo y señor de las generalizaciones, fue repetitivo en todos sus planteamientos. Algunos de ellos muy cuestionados porque no los sustenta con cifras que sus asesores no se toman la molestia de investigar y proporcionar. Hay en él un tono de desgano, de aburrimiento, de cansancio. Y es lógico, lleva 10 años en campaña tratando de convencer a los electores mexicanos de que es posible un cambio por la vía pacífica, aunque los panistas con la complicidad del mañoso IFE, insistan en sembrar el miedo ─otra vez─ con su manoseada frase de “es un peligro para México” utilizada por Fox y Calderón para armarle el fraude electoral del 2006. Intentan ahora repetir la historia porque el miedo es buen generador de votos.

Pero se olvidan que los mexicanos del 2006 ya no somos los mismos del 2012. Ya ni el PAN, ni Televisa, ni el Clero, ni el PRI, ni TvAzteca, ni los ricos multimillonarios, ni los gringos nos engañan. Ya sabemos quiénes son y cuáles son sus mañosos y sucios intereses. AMLO se colocó prácticamente en un empate técnico con Peña Nieto y en 15 o 16 días el pueblo tiene que cerrar filas para llevarlo mediante el voto al Palacio Nacional para que nuestra República reciba una bocanada fresca de honestidad. No hay otro camino para un cambio higiénico verdadero. 

Para terminar, le comento que veo muy poca “taravisión” y casi nada escucho de radio en bandas de AM o FM, pero por accidente y desgraciadamente escuché unos comentarios del señor ese llamado Pedro Ferriz de Con, y oiga usted, buena parte de su “programa” se la pasó asustando a todos los que piensen votar por López Obrador con el mismo cuento del “te va quitar todo”, que sólo personas ignorantes se pueden creer. Pero todo el cochinero se desbordó cuando el fulano preguntó al aire: “¿se imaginan ustedes cómo reaccionarán los mercados financieros de México y del mundo si el 2 de julio por la mañana se conoce la noticia de que que López Obrador ganó las elecciones?” El tipejo se dedica junto con otros “analistas” a sembrar prácticamente el terror. Y bueno, para eso le pagan los amos de este país. Después de todo, también tiene que comer. 

trabago49@hotmail.com

 

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