EN LAS NUBES
Muertos de risa
Carlos Ravelo Galindo

Ciudad de México.- Dos asuntos han causado polémica entre la clase acomodada, por un lado, y la desacomodada, por la otra. Ambos casos son de risa, definitivamente.

El que nos afecta a los desheredados es la falta de huevos y a los que heredaron todo, la sobra de dinero y la mención etílica, vaya el alcoholismo de un personaje que aún vive en Los Pinos. En los dos  casos se han puesto en práctica medidas casi profilácticas.

En el alza del producto de gallina, el secretario de Economía del país, un señor de apellido de coche italiano, Bruno Ferrari, recomienda a las clases depauperadas y a las que aún no lo son, a abstenerse de comer huevos, como escarmiento a los encarecedores y autorizó la importación de toneladas y toneladas de blanquillos para abastecer al gobierno, y frenar la especulación.

Pero en tanto sucede esto, y sigue en ascenso el precio del pan, acaso sugerirá también como medida adecuada que dejemos de comer teleras, bolillos, conchas, chilindrinas, cuernos, donas, etcétera, para escarmiento de los tahoneros. Qué bueno que no tenga más ocurrencias, porque como están las cosas, debería declarar en huelga de hambre a todo, bueno a casi todo; el país que ya no ve lo duro sino lo tupido en la carencia de la alimentación. O que dejen de prender focos por el alto costo. Que cocinen con leña y no con gas. Y mantengan sus coches en el garaje, hasta que baje la gasolina. Serían medidas extraordinarias para tiempo de crisis en este México que como  ocurre hoy, hace reír hasta a los que no están acostumbrados al alimento cotidiano.

El caso de los acomodados, los que pueden darse el lujo de pagar once mil millones de pesos de un plumazo y rechazar el cobro de lo que se dice justo por la tenencia de la Banda 2.5 GHz, que según la autoridad vale ya 27 mil millones de pesos, es también de risa. Los dueños de MVS se sienten afectados y culpan al Jefe del Ejecutivo de esgrimir una venganza porque no se despidió a tiempo, y aun cuando se hizo, volvió a recontratarse a la periodista Carmen Ariztegui, por el “pecado” de haber sugerido al aire, en su programa de radio, que el Presidente Felipe Calderón era alcohólico, tal y como está publicado en el más reciente libro de Julio Scherer García, según versión de un ex militante y dirigente panista. Ello concitó la ira de Los Pinos y, dicen, solicitó al dueño de MVS el despido de la reportera, tal y como sucedió tiempo atrás en otra radiodifusora.

De allí, por los dimes y diretes jocosos entre los dueños de Multivisión  y Los Pinos, surgió la desavenencia con el pago por refrendar la Banda (es electrónica, no de narcos) 2.5 GHz, en la que siguen enfrascados, como en circo de tres pistas ---hay otros más involucrados— que hace reír a la gente. No olvido lo que en la redacción de Excélsior, en 1947, la lección quedó enmarcada cuando se acusaba “injustamente” de borracho a un personaje, nos enseñaron que: “lo que en el rico es alegría, en el pobre  es borrachera”. Esto es lo que debería haberse pronunciado, a manera de disculpa. 

Por supuesto que paguen lo justo, quienes tienen que hacerlo. De tal modo que ahora todos, como nosotros, estaríamos muertos de risa.

carlosravelogalindo@yahoo.com.mx