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1157 1 Octubre 2012

 

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Cumplir la ley de ciencia y tecnología
Edilberto Cervantes Galván


Monterrey.- Todavía no se inicia el análisis de los resultados de la presencia por doce años en la Presidencia de la República de un partido conservador pro católico como es el PAN.

Sin embargo, en los ámbitos educativo y de la investigación científica la agenda panista, de descuidar la educación pública y dejar a un lado a la investigación científica, se ha hecho evidente desde hace años.

Las evaluaciones de la educación mexicana han demostrado las debilidades del sistema nacional ante otros países y el poco o nulo esfuerzo aplicado para superar sus debilidades. Sólo como un buen ejemplo, el acceso y manejo de las tecnologías de la Información y las comunicaciones, que son la llave para ingresar a la sociedad del conocimiento, se han dejado a la deriva. El fracaso de la Enciclomedia, que fue el proyecto promovido en los tiempos de Fox, tuvo sus malos efectos hasta en el sexenio de Calderón. En los seis años de Calderón no se avanzó en la definición al menos de un estrategia para emplear las TIC en las escuelas de México y apenas hace unos meses se lanzaron las bases de operación de un proyecto para usar las TIC en las escuelas, proyecto que llega tarde y sin viabilidades de instrumentación. 

El resultado de 12 años de conservadurismo en el gobierno nacional es que sólo 30 de cada cien mexicanos tiene acceso a Internet y que en 20 millones de hogares no se cuenta con una computadora. De las familias que no cuentan con equipo de cómputo ni acceso a internet, se estima que un 60 por ciento no tiene con qué pagar estos servicios, mientras que otro 40 por ciento considera que no lo necesita o no sabe qué uso se le puede dar a una computadora. Nada más como una señal de lo que está pasando en otras latitudes, para 2014 Corea del Sur abolirá los libros de papel en las escuelas para reemplazarlos por tabletas electrónicas.

Un intento de transformar el esquema tradicional de la educación básico es el Acuerdo de Articulación. En este Acuerdo se presenta, dice la SEP, un nuevo plan de estudios con el cual se integran en uno solo los tres niveles tradicionales: pre-escolar, primaria y secundaria. Al igual que en el caso del proyecto de las TIC el Acuerdo de Articulación se diseña al cuarto para las doce y según el juicio de un especialista el Acuerdo de Articulación es un documento anti didáctico y por tanto anti-pedagógico. Se dijo de pasadita y nadie lo explicó bien a bien, pero se decidió que la promoción de un grado a otro superior, al menos en la primaria,  ya no será por resultados académicos verificables.

En mayo de este año el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, organismo que agrupa a las instituciones de educación superior e investigación y a organizaciones académicas y empresariales, interpuso una denuncia ante la Secretaria de la Función Pública en contra de los servidores públicos que han incumplido con lo dispuesto en la ley de ciencia y tecnología. Los científicos señalan que desde hace más de 10 años el gobierno federal no ha destinado a ciencia y tecnología los recursos que corresponde por ley.

De acuerdo a la ley se debe invertir anualmente el 1.0 por ciento del Producto Interno Bruto y durante los dos últimos lustros lo que en realidad se ha invertido equivale al 0.4 por ciento del PIB.

Para los estándares de los países desarrollados el 1.0 por ciento en ciencia y tecnología es una proporción reducida. Además, la magnitud de la proporción si se compara el 1.0 por ciento del PIB de los Estados Unidos con el 1.0 por ciento del PIB de México, hay una gran diferencia en términos absolutos.
Ante el incumplimiento de la Ley por parte del gobierno los científicos mexicanos decidieron actuar conforme a derecho y ahora exigen justicia. Después de cuatro meses la SFP aún no ha procedido como corresponde. La SFP señala que están analizando los hechos para determinar si inicia o no el procedimiento administrativo en contra de los servidores de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

La Academia no se quedó parada y acaba de publicar un desplegado dirigido al Presidente Electo en el que le proponen algo “muy simple”: que en materia de ciencia y tecnología, durante su gestión, se cumpla con la ley; nada más pero nada menos.

El desacuerdo entre la comunidad científica y la Presidencia de la República en cuanto a los recursos públicos para la investigación científica y el desarrollo tecnológico podría tener como telón de fondo el rechazo de la comunidad científica a las restricciones que se le quieren imponer a la investigación sobre las células madre; un tema en el que la Iglesia católica tiene serias reservas.

Hacia el fin de la semana pasada Peña Nieto se reunió con la comunidad científica y, aunque no comprometió nada, nombró a un investigador de la UNAM, Bolívar Zapata, como integrante de su equipo de transición; con lo que tendió un puente de comunicación.

Habrá que ver hasta dónde avanza la sed científica de justicia.

 

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