Suscribete
 
1174 24 Octubre 2012

 

La Mancuspia brasileña
Eligio Coronado

Monterrey.- El poeta Luis Aguilar se sumerge en la poesía brasileña para traducirla y verterla sobre las hojas de la revista regiomontana Papeles de la Mancuspia* de julio de 2012.

¿Qué hace especial a este tipo de poesía? ¿Será el ritmo? ¿El colorido? ¿El tono? ¿El estilo? ¿La técnica? ¿La temática? ¿La sensualidad? Acaso sea todo lo anterior, más la precisión expresiva: “Antiguamente, / decían: cuidado, / las paredes oyen. / (…) Hoy / las cosas cambiaron: / los oídos tiene paredes. / De nada / sirve / gritar” (Ruy Proença, p. 1).

Para el lector común, que nada sabe de técnicas y estilos, lo que importa es la novedosa forma de percibir la realidad, de hojearla y ojearla: “el día surge con la furia del oro” (Marcio André, p. 1), “El pensamiento / del hombre inacabado / gira en falso / como las ruedas de un carro / atascado en el fango” (Donizete Galvão, p. 1).

Sacudir al lector podría ser el antídoto contra la televisión, el cine y otros distractores. Hay que llenarle los ojos no sólo de palabras, sino de imágenes que lo transporten hacia otras geografías, dimensiones o universos  sensoriales: ”Tigre, diamante vertebrado, / ninguna jaula podrá / retener, inflexible, la fría / rabia de tu mirada” (Eduardo Sterzi, p. 4), “En el límite exiguo / entre sueño y vigilia / atravieso el arco oscuro / de la absurda memoria” (Víctor del Franco, p. 3), “El corazón se le salía por la boca / aunque no era tiempo de lirios” (Renan Nuernberger, p. 4).

Las traducciones de Luis Aguilar (Altamirano, Tamps., 1969) se antojan ágiles, fluidas y muy fieles al texto original. Su dominio de ambas lenguas le facilita el tránsito por la difícil aduana portuguesa, además de que sabe distinguir la expresión poética de la ordinaria: “La noche permanece triste / en el suburbio. / (…) Las nieblas / se deslizan entre las rocas” (Fernando Paixão, p. 2), “La siguiente noche volvió / más cerca de la esperanza de las olas / y el rastro plata de la luna en el mar” (Marcello Sorrentino, p. 3), “El oficio de quien ama es ver / un sol oscuro sobre el lecho; / (…) Es morir claro y secreto / cerca de las tierras absolutas” (Ledo Ivo, p. 1).

Treinta y siete autores conforman esta recopilación con ritmo de samba, lentes de sol y camisas chillonas: Adélia Prado, Paulo Ferraz, Fabiana Faleiros, Tarso de Melo, Mariana Ianelli, Felipe Sentelhas, Prisca Agustoni y Dirceu Vila, entre otros.

Ésta es la segunda muestra de poesía brasileña que se edita en Monterrey. La primera fue de José Javier Villarreal: Estrellas pájaros. Treinta y dos poemas brasileños del siglo XX (Edit. UANL, 2005. 165 pp.), edición bilingűe que incluía a dieciséis autores: , , Jorge de Lima, ,  y , entre otros.

*Luis Aguilar, comp. y trad. El otro ritmo: poesía brasileña. Papeles de la Mancuspia, núm. 47. Monterrey, N.L., julio 2012. 4 pp., Fot. de Mário Rui Feliciani.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 


15diario.com