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1179 31 Octubre 2012

 

La explicación económica
Gerardo Luis Palacios Valdés

Guadalupe, Nuevo León.- El evento concreto es la campaña orquestada para que el lunes 22 de octubre. Ese día aparecieran en al menos cinco diarios digitales una andanada de mentiras oprobiosas para personas de y para la Universidad Pedagógica Nacional.

¿Qué tanto daño se ha hecho al prestigio y la vida de las personas por osar intentar poner su granito de arena para tener y brindar una educación mejor? ¿Qué repercusiones tendrá esta campaña para el futuro de la Universidad Pedagógica Nacional? ¿Por qué un puñado de personas se distraen de sus ocupaciones para vilipendiar con tanto ahínco una noble institución? La hipótesis explicativa es que hay fuertes sumas de dinero (¿sucio?) involucradas en esta actividad.

Como lo dicen los libros, cada ser humano puede tener diversas motivaciones que lo impulsan a ser lo es. ¿Tienen validez las tesis que afirman que el dinero es el motor fundamental? Estos gritones son como los léperos a los que se les pagaba en el siglo XIX para derrumbar gobiernos. ¿Los operadores electorales fracasados andan vendiendo su 'know how' al mejor postor para desestabilizar instituciones? ¿La teoría económica ofrecerá una explicación? Si se permite, aquí sólo se está colocando el marco más general de un evento que se considera relevante para los protagonistas y para la sociedad.

Estoy esperando la publicación de la obra “El modo regio de producción capitalista”, de un estimado amigo, economista de profesión. En él puedo ver las angustias de quien investiga un campo social para contribuir a encontrar la verdad de las cosas. Es conocido por todos que la Humanidad se ha dedicado a exterminarse mutuamente por motivos económicos. ¿O usted cree que esta tesis es endeble lógicamente?

Las angustias del investigador pueden ilustrarse con la vida insigne de los más reconocidos exploradores que en su tiempo pisaban fronteras y no se paralizaron con los demonios que imponían límites al conocimiento humano y siguieron caminando para trazar los mapas del territorio desconocido. También pueden ejemplificarse en el seso que se gasta en una pequeña institución educativa ubicada en la periferia de la ZMM que coloca como la pregunta fundamental para sus alumnos de postgrado el conocer qué es el aprender para el ser humano. Ellos tienen que trascender los obstáculos que imponen las formas culturales dominantes que colocan como premisa de su quehacer que el aprender es incognoscible; han de romper las explicaciones de lugar común que ostentan la fatalidad del estado inerme de la Humanidad, incapaz de dotarse de una vida digna en un mundo con suficientes recursos para brindar a toda la población una vida decorosa. Luchan vehementemente contra la ignorancia desde el momento en que han decidido dedicar voluntad y tesón a estudiar, distrayendo momentáneamente tiempo a su familia para ser mejores personas. Las angustias del investigador –sea educativo, social, judicial o geográfico, emergen cuando el que investiga necesariamente tiene que colocarse en la frontera del saber y enfrentar lo desconocido: muchas cosas se mueven en ti cuando tienes el atrevimiento y la audacia de intentar eso, ubicarte en el filo mismo del abismo de la ignorancia, zona insondable de lo desconocido.

Mi amigo economista comenta cosas interesantes que dan explicación de la naturaleza del modo regio de producción capitalista. Primero, se basa en algunas tesis que describen la generación originaria del capital regio, ubicando en los inicios de la segunda mitad del siglo XIX, el momento crucial de su creación: cuando la frontera norteamericana se mueve al Río Bravo, convierte a Monterrey en una ciudad geopolíticamente estratégica, centro neurálgico de tráfico intenso de bienes y dinero desde el exterior y hacia el interior del país, por vía terrestre –carreteras y ferrocarril– o marítimo a través de los puertos de Matamoros y Tampico. La historia negra del siglo XIX, sin embargo, establece que no fue el comercio llano y simple lo que brindó a Monterrey ese lugar privilegiado en la frontera norte, sino el comercio ilegal, llamado contrabando; y el economista reitera: hoy es exactamente lo mismo.

Sostiene que actualmente la situación es básicamente la misma, con la particularidad de que los recursos financieros de origen regio, fluyen asimismo con facilidad al exterior. Y no se malentienda, se habla de procesos generadores de orden económico, de fenómenos que pueden dar explicación de la conformación actual del flujo de mercancías y producción como procesos socioeconómicos que también reflejan la conformación actual de las clases sociales en la región noreste del país.

Ahora bien, ¿cuál es la ideología específica que le corresponde al modo regio de producción capitalista? La tesis marxista establece que es la economía la que determina en última instancia la naturaleza de los demás componentes de una sociedad dada. ¿Ha escuchado usted que el trabajo es el máximo de los valores regios? Desconozco si este componente ideológico se ha desarrollado recientemente durante nuestra generación, o ha sido parte de los mensajes ideológicos regulares y consistentes durante todo el sigo XX. Un estudio histórico daría cuenta de esta información sin lugar a dudas.

Ahora bien, asumiendo como válidos los asertos expresados, ¿qué se puede colegir? Un modo específico de producción cuya génesis se sustenta en las prácticas económicas, si bien no generalizadamente pero plausiblemente ilegales, ostenta una ideología cuyo componente ético fundamental es el trabajo, obviamente el trabajo honesto. ¿Es esta una tesis consistente con los protocolos de la teoría de la economía política?

Una característica de las ideologías como visión del mundo es precisamente que son falsas expresiones de lo real. Por ello, generalmente, aunque no siempre, tienden a ser extrapolaciones de la realidad económica a la que están ligadas. Pareciera que el propósito de la existencia de las ideologías es confundir y amalgamar las maneras de pensar de personas de diferentes orígenes económicos en expresiones idealizadas comunes y compactas, es decir, homogéneas; por lo tanto, que pueden llegar a ser  hegemónicas, que dominan y subordinan.

Debe dejarse en claro que también el poder de las ideologías tiene su papel en el desarrollo de las sociedades y por lo tanto de las economías; así pues, es falso que todos los regios hayan practicado el contrabando de bienes y servicios como también es falso que actualmente todos los habitantes de la configuración geográfica que se corresponde con la denominación de 'regia' sean flojos o irresponsables.

Aquí no se están asumiendo fatalidades históricas, es decir, no significa que ayer, hoy y mañana las ideologías que se corresponden con los modos de producción se develan como paradojas, o en el peor de los casos, ironías objetivadas en definiciones contradictorias entre referentes económicos y referentes ideológicos como hecho inamovible.

 

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