EN LAS NUBES
Cuál sorpresa
Carlos Ravelo Galindo

Por supuesto que no fue sorpresa lo que aseveró el fiscal auditor superior de la Federación, don Juan Manuel Portal. Todos, hasta los más inocentes, saben de la opacidad en que vive no solo el Congreso, sino todo el supremo gobierno. Quién ignora que presidentes, gobernadores, alcaldes, senadores, diputados y jueces, se quedan con el efectivo de los que, de una u otra manera, los encumbraron.

No obstante vale la pena conocer el punto de vista de quien, dicen, tiene la obligación de vigilar por quienes se votó en las urnas. O les regalaron el cargo. ”El Poder legislativo, diputados y senadores, vive unas falta de transparencia y rendición de cuentas en torno a las subvenciones que reciben los coordinadores de los siete partidos políticos. No se conoce ni su administración ni su destino”

Se refiere esta vez, claro, a los ochocientos treinta millones de pesos que cada año se entregan al legislativo para ejercerlos en forma discrecional. Sus integrantes respondieron: “Es la ley que lo permite…” Así, a secas. Recordemos que en l976 solo había 300 diputados y 64 senadores. Con los años aumentaron, para equilibrar al sistema según Jesús Reyes Heroles, primero cien, luego otros tantos para llegar a quinientos y los otros al doble.

El pueblo, nosotros, paga su sueldo y ¿Quién no lo sabe? sus caprichos. Sugieren: “Si van a cesar maestros ¿porque no reducen legisladores?, Con siete, uno por partido, serían suficientes. Son sus “líderes” los que ordenan al “rebaño” El resto hace lo mismo: levantar el dedo u oprimir la tecla. Es decir, nada….

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