Suscribete
 
1316 13 Mayo 2013

 

LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
La OCDE y el Pacto por México
Edilberto Cervantes

Monterrey.- A principios de los años noventa del siglo pasado, cuando se veía con optimismo el futuro económico de México gracias a su apertura al mercado global, nuestro país fue aceptado como miembro de pleno derecho en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico; la OCDE.

Hasta entonces esa organización se distinguía porque los países miembros eran economías desarrolladas. Una especie de club de países ricos. Así que el ingreso de México se vio como algo excepcional.

Los beneficios de participar en esa organización no son necesariamente tangibles. No obstante se le considera como un organismo que diseña y promueve políticas públicas de la mayor eficacia, a partir de las experiencias y las mejores prácticas de los países miembros.

La OCDE realiza estudios comparados sobre los diversos temas de política económica y genera reportes anuales sobre el conjunto de los países miembros y reportes específicos sobre cada país. El proyecto PISA en educación (en el que México participa desde hace una década) es un estudio comparado sobre las capacidades de los jóvenes de 15 años.

El mes de enero pasado la OCDE convocó la celebración de un Foro: “México: políticas públicas para un desarrollo incluyente”, en coordinación con el Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Económica para América Latina.

El propósito del Foro era analizar los cambios “que México requiere implementar con urgencia para recuperar su productividad, su competitividad, las oportunidades y el tiempo perdidos.”

En el evento estuvieron presentes los más altos ejecutivos de los organismos convocantes, el presidente de México, Peña Nieto, y todos los integrantes de su gabinete.

En el discurso de apertura, el director general de la OCDE, el mexicano Ángel Gurría, emitió juicios y expresiones que resultan de interés a la luz del conjunto de reformas que está promoviendo el nuevo gobierno.

Para Gurría, el Pacto por México suscrito por los principales partidos políticos es la mejor noticia que ha tenido el país en muchos años. Es necesario subrayar –señaló– que las decisiones que se incluyen en el Pacto, son congruentes en gran medida con las que la OCDE ha venido recomendando durante muchos años.

Gurría hizo un recuento detallado de los principales retos que, desde su óptica, enfrenta México.

En el tema de la reforma fiscal, mencionó que en términos relativos México tiene el presupuesto más pequeño de los países de la OCDE, con ingresos fiscales que representan tan sólo el 19 por ciento del PIB, en comparación con un promedio de 34 por ciento entre los otros países miembros. Estos ingresos son mucho menores que en varios países latinoamericanos, porque no se recauda lo que se requiere.

De los países de la OCDE, porcentualmente, somos de los que más gastamos en educación (6 por ciento) pero en montos absolutos lo que se dedica por estudiante es muy bajo y resulta claramente insuficiente. Y ya para qué hablar de salud, en donde el gasto público se ubica a la par de países con niveles de desarrollo muy inferiores al nuestro.

Gurría fue explícito al mencionar que en México muy pocos pagan impuestos y muchos de los que pagan, pagan menos de lo que debieran. Esto tiene implicaciones –dijo– no sólo para el funcionamiento y el financiamiento del Estado, sino que explica también, ante la falta de recursos para tener mejores esquemas de solidaridad social, la creciente polarización política y social.              

Agregó que a pesar de la crisis por la que atraviesan Grecia, España, Italia y hasta los Estados Unidos, no hay que confundirse, “el nivel de bienestar, la riqueza acumulada, la capacidad institucional, la calidad de los servicios públicos, en resumen, la calidad de vida de su población, colocan a estos países en niveles muy superiores a los de México, donde todavía enfrentamos grandes retos de pobreza, de educación, de productividad, de corrupción, de desarrollo institucional, de eficiencia.”

Planteó de manera determinante que la urgencia por llevar a cabo reformas se manifiesta en el altísimo nivel de desigualdad que causa un grave impacto en la dignidad de los mexicanos y en la capacidad de crecimiento, en la cohesión social y la seguridad del país. La diferencia de ingresos entre el 10 por ciento más rico y el 10 por ciento más pobre en el país es de 27 a 1 (en comparación con una relación de 9 a 1 en promedio en la OCDE).

Con mucha precisión declaró que las 13 decisiones anunciadas por el presidente Peña Nieto durante su discurso de toma de posesión en Palacio Nacional, junto con el Pacto por México, anunciado al día siguiente, van muy en línea con lo que la OCDE ha identificado como mejores prácticas internacionales.

Mostró reconocimiento para el presidente Peña Nieto y su equipo, por su actitud y disposición para recibir y analizar las propuestas iniciales de políticas públicas que la OCDE les presentó en París, antes de tomar posesión.

Para cerrar su alocución, Gurría declaró que: “Nuestro apoyo a la transición política de México surge de un acuerdo con los tres principales partidos del país durante la época de la campaña. Tiene una secuencia lógica, de la cual este Seminario de hoy forma parte fundamental.”

En enero de 2012, un año antes del Foro, en su publicación: “Perspectivas OCDE: México. Reformas para el Cambio”, la OCDE hacía las siguientes recomendaciones:

“Con unas expectativas de inflación estables y una capacidad ociosa considerable, existe un margen importante para reducir las tasas de interés de referencia en caso de que la economía se debilite más de lo previsto.

“Para poder garantizar una sostenibilidad fiscal de largo plazo, se necesitarán nuevas reformas fiscales de amplio alcance, así como una retirada más rápida de los subsidios a la energía y los combustibles.

“Es fundamental que el gobierno reduzca la dependencia de los ingresos petroleros y que acumule mayores reservas en sus fondos de estabilización petroleros.

“También es muy necesario promover mayor competencia en el mercado de productos. Con base en la reciente reforma de la ley de competencia y en las medidas también recientes para mejorar la competencia en infraestructuras en el sector de la telecomunicación, el gobierno debería reducir aún más las barreras de entrada para las industrias de red.

“Aumentar los esfuerzos para mejorar la calidad y la equidad de la educación, mediante la profesionalización de la selección, la formación y el nombramiento de los directores de escuela, introduciendo un sistema de evaluación del profesorado y ofreciendo a las escuelas un financiamiento predecible.”

Si que hay coincidencias entre las políticas recomendadas por la OCDE y la agenda de reformas del Pacto por México; claro, con el acuerdo de los tres principales partidos políticos.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

15diario.com