EN LAS NUBES
Los señores del dinero
Carlos Ravelo Galindo

Ciudad de México.- Claro que los banqueros, todos, avalan la iniciativa, buena por cierto, de Enrique Peña Nieto o de su secretario de hacienda. Esta reforma financiera pretende que a todo mundo se preste dinero, y se conceda a tasas muy bajas, para que puedan con la carga. Conmina a la banda, perdón, a la banca, a que baje intereses y extienda al pueblo sus altos beneficios.

No cabe duda que el jefe del ejecutivo tiene un sueño perspicaz, que comparten con él los dueños del dinero. En cuanto despierten se darán cuenta de que sólo es un buen propósito. Qué institución de crédito, nacional o extranjera por más decente que sea, presta dinero sin caución. No hablemos de la usura de sus tasas, que es el adjetivo más congruente, o los requisitos ineludibles: como garantía tener bien inmueble.

Ni el mismo gobierno entrega en préstamo alguna cantidad sin precaución. Cautela o prudencia. Mejor regala el dinero o lo otorga con el conocimiento de que nunca regresará a sus cajas. Así, hasta la comisión que se embolsa, todo queda en el olvido. En su ayuda al necesitado campesino o al pobrísimo comerciante, como pretende ahora, y denuncian los partidos opositores, conlleva un compromiso.

Claro que es una estupenda intención del primer mandatario y de sus adláteres, pero el proyecto, pese a que se apruebe por unanimidad, no ablandará a los que viven de los créditos, a incurrir en sacrificios. La pura idea ya alzó el precio de los comestibles. Mejor hablar del propósito del día de muertos…de hambre.

carlosravelogalindo@yahoo.com.mx