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1347 25 Junio 2013

 

La gesta ciudadana del 2015
Jesús González

Monterrey.- Está pasando. Parecía un juego, pero está sucediendo.
Existe una posibilidad real de que se rompa el monopolio de los partidos políticos en la “democracia” que se practica en Nuevo León, en las elecciones donde se renovará la gubernatura, todas las presidencias municipales y las diputaciones locales y federales.

Lo vivido desde 2010 a la fecha nos indica que así es.

Nuevo León no es cuna de transformaciones sociales violentas, siempre se ha ajustado para pasar por en medio de todas las revoluciones mexicanas, desde la Independencia hasta la Guerra Cristera, de manera que no se afecte la estructura económica y social.

Hoy hay una diferencia, si bien no se estima posible un conflicto social violento, el conflicto armado que vive la entidad, detonado por el narcotráfico (vivido con mayor intensidad desde 2007), ha removido las estructuras de población de la entidad, al punto en que los poderes económicos y políticos ven resquebrajado el poder total que ejercían sobre el Estado.

En las elecciones del 2012, la ciudadanía que votó por una opción diferente a PRI y PAN alcanzó un 22 por ciento. Un hecho histórico sin duda.

En el transcurso de este 2013, quienes se interesan en romper el monopolio de los grupos político-empresariales que ejercen el poder en el estado, han tenido encuentros interesantes de 2003 a la fecha. En algunos momentos, han estado sentados en la misma mesa destacados panistas y priistas, que no están de acuerdo con el apoyo de sus partidos a los grupos que han llevado a Nuevo León casi a la quiebra económica y al resquebrajamiento del tejido social.

En estas reuniones, hemos visto sentados a empresarios pequeños, medianos y alguno que otro grande, departiendo con activistas sociales o líderes estudiantiles, logrando involucrarse juntos en algunos proyectos de recomposición del tejido social. Algunas otras ocasiones, ex legisladores con perfil ciudadano, empresarios y académicos han planteado sus puntos de vista de manera conjunta.

Un tema recurrente en la agenda ciudadana es el 2015, y la oportunidad que tal fecha ofrece para incidir en las políticas públicas, como actores principales. Es esperanzador, sin duda, que exponentes de amplias capas de la sociedad en nuestro estado, vean como una posibilidad real el competir y ganar, por la vía electoral, el derecho a la vida digna arrebatado a la sociedad en los últimos años.

Pero, son realistas. Se dan cuenta de que la única posibilidad de resquebrajar el poder de esos grupos, es con una oferta política concreta que incluya nombres y apellidos; es decir, que el candidato a gobernador sea una personalidad de consenso, y con ejes de gobierno acordados de antemano con todos los actores sociales.

Esta personalidad, por más carisma o credibilidad que tenga, no podría llegar si no es dando a conocer desde antes las personas que le acompañarían en el gabinete, que tendrían que tener por sí mismas carisma, capacidades y credibilidad propias.

Al mismo tiempo, habría que impulsar candidaturas ciudadanas con las mismas características, para las presidencias municipales del Estado, incluyendo las regidurías. Sin dejar de lado un punto que a la postre podría ser el más importante: buscar ganar la mayor cantidad posible de curules en el Congreso de Nuevo León con candidatos ciudadanos, algo que incluso se ha nombrado el Congreso Refundador de Nuevo León.

Son conscientes de la utilización del poder económico para ganar elecciones, por lo que han llegado a prever que se necesitarían al menos 10 mil voluntarios que promovieran las campañas casa por casa. En algo sorprendente para Nuevo León, estos ciudadanos están conscientes de que se tendrían que dejar a un lado intereses personales para dar paso a un periodo de recuperación real de la calidad de vida del Estado: una transición hacia una Democracia mas justa.

En los últimos 3 años, gracias al empuje de un incipiente movimiento social, Nuevo León se ha descubierto diverso. La tragedia humanitaria que significa la violencia bestializada del crimen organizado y la falta de funcionarios públicos honestos y capaces, logró que las varias comunidades que habitan Nuevo León lograran dialogar, quitándose poco a poco los prejuicios construidos durante décadas por los poderes político-económicos.

De aceptarnos como un estado mayor de edad, capaz de reconocer e impulsar la convivencia pacífica de todas las otredades, sin asimetrías en el ejercicio de sus derechos, en la satisfacción de las necesidades básicas de alimentación, casa, educación, cultura y esparcimiento, se podría dar la vuelta a la página de estos terribles años.

Crear un Nuevo León más humano y solidario, que no tenga que buscar modelos en Colombia o el Distrito Federal para solucionar sus problemas, y que por el contrario, pueda crear su propio modelo de desarrollo sin repetir los errores del pasado, recuperándolo tras la llamada Guerra del Narco, es sin duda el sueño que gran parte de esas mentes inquietas gustaría vivir.

Es también el sueño de gran parte de la población.

PD: ¿Cómo haremos para hacer que regresen todas y todos los que tuvieron que huir en estos años a Texas, Mérida, Querétaro o el Distrito Federal, y que sin duda adoran a Nuevo León, igual o más que cualquiera de nosotros?

@proyectoepuente

 

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