Priístas descerebrados
Hugo L. del Río
Monterrey.- La estupidez tiene fuero. Algunos de nuestros diputados locales de los dos partidos –aquí la izquierda no existe– nos confirmaron el bajísimo y harto primitivo nivel de la mayor parte de nuestros hombres públicos. Hablamos de la provocación (nada inteligente; su símbolo sería la serpiente mordiéndose la cola) de los tricolores contra Gustavo Madero, el mero mero petatero (teóricamente) de Acción Nacional.
Este PRI ya no es el de antes, cuando en sus filas sobraba gente de talento. De entrada, no reventaron la conferencia de Prensa de maese Gustavo: le quisieron cerrar el paso después que soltó de su ronco pecho algo así como las ventajas de la alianza entre la Administración de Arellanes y el Señor Jesucristo. Luego, le quieren entregar una carta en la que se quejan del excesivo endeudamiento en que hunde Arellanes a Monterrey.
Primer puntacho: ¿Y el niño Medina qué? Nuevo León debe más de 70 mil millones de volovanes. Segunda observación: Madero no es el jefe de Arellanes. Quizás los porteros del edificio del PAN todavía le hagan caso. Serán los únicos.
Tercera derrama de leche pasteurizada (no mala): ¿por qué no le entregan directamente el papelucho a la alcaldesa?
Cuarta y última: lograron regalarle a don Gus espacios privilegiados en los medios: lo hicieron aparecer como objetivo que tenían en la mira del telescopio.
Pero en esta competencia de desneurización, los panistas no quedan mal. Como si Maderito fuera a sufrir un daño físico, lo rodean y les da por mentarse la madre con sus colegas priístas. De las sacudidas a los árboles genealógicos pasan a los empujones y, pácatelas, que te va a dar al suelo Daniel Torres, del PRI. Eso sí, se levanta muy digno y presenta una denuncia penal contra los de azul y blanco.
No puedo decir que así son todos los padres de la Patria. Algunos piensan y saben leer. Son pocos, pero los hay. Ninguno estaba en esa hostería el sábado. La concentración bipartidista de ese día en el pasillo del hotel es una excelente muestra del chafísimo material de que están hechos nuestros fabricantes de leyes.
Por Dios, si precisamente de eso se trata la política: de buscar acuerdos por las vías del diálogo y la negociación, no de imponernos a cabronazos, como cavernícolas con cerebros huecos. Estos quisques del neolítico son los que integran nuestro pomposamenete llamado Poder Legislativo.
Si hubiera trasplantes de cerebro, habría que ponerlos a todos en lista de espera, con trato preferente para los priístas.
Pie de página
Genial idea la de multar al viandante que no use los puentes peatonales. ¿Cómo van a cobrar la sanción? ¿Le dan al caminante del Mayab la boleta para que por su voluntad vaya a pagar a Tránsito? ¿Le quitan lo que traiga: reloj, anillos, credencial del IFE, como garantía de pago? ¿Nos obligarán a usar placas de circulación o permisos para caminar, con luces direccionales e intermitentes? ¿Y si el sancionado no vive aquí, le cobrarán en su ciudad natal vía Internet? ¿O se trata, simplemente, de ampliar el ancho y generoso camino de las mordidas?
Joder: Estos son los alcaldes que gobiernan nuestras ciudades.
