La vida de un hombre
Luis Miguel Rionda
Guanajuato.- El miércoles 3, el Colegio de Historiadores de Guanajuato rindió un homenaje al maestro Isauro Rionda Arreguín, cronista de la ciudad capital de la entidad, fallecido hace nueve meses. El motivo fue el 79 aniversario de su nacimiento, ocurrido en Silao de la Victoria, en la casa de su querido abuelo el boticario Barbarín Arreguín. Participaron algunos de los discípulos y colegas del maestro, que realizaron un ejercicio de memoria personal sobre el personaje.
El maestro José Luis Lara Valdés, experto en historia antigua de Guanajuato, describió sus vínculos personales con el fundador de la Asociación de Cronistas del Estado. Una relación que comenzó desde sus tiempos estudiantiles allá por los años setenta. Aprovechó para hacer una vívida descripción de cómo era la ciudad y la universidad de Guanajuato en esa época, y de qué manera a esa generación de historiadores fundacionales le tocó forjar instituciones, como la carrera de Historia, el rescate del archivo municipal de Guanajuato, y la conformación del Archivo General del Estado. Personajes como Fulgencio Vargas, Manuel Leal, Jesús Rodríguez Frausto, Alfredo Pérez Bolde y por supuesto el rememorado, echaron las bases de la historiografía profesionalizada que hoy caracteriza el oficio en la entidad.
También ejerció las remembranzas el maestro Artemio Guzmán López, discípulo de Isauro Rionda a fines de los setenta. Hizo referencia al carácter fuerte del mentor, que con facilidad intimidaba a los alumnos, sobre todo a las chicas a quienes asustaba el tono fuerte de su voz y las florituras del lenguaje con que adornaba sus alocuciones. A Artemio le unió con el maestro su amor por el histórico y hermoso pueblo de Yuriria, su tierra natal, a la que su maestro siempre profesó un cariño especial (que yo he heredado). Tal vez por haber sido el escenario de su primer matrimonio (yo mismo nací ahí), el maestro Rionda siempre regresaba a Yuririapúndaro a la menor provocación.
Dos jóvenes historiadores compartieron sus percepciones sobre el homenajeado: Carlos Sosa Pinzón y Luis Ernesto Camarillo; éste último es el actual presidente del Colegio de Historiadores. Reconocieron cómo el maestro siempre apoyó el desarrollo de los prospectos de historiador; adoraba la compañía de los jóvenes, pues lo revitalizaban. Recordaron la ocasión en que don Isauro les invitó a comentar su más reciente libro, sobre Pedro Moreno, Javier Mina y los fuertes del Sombrero y los Remedios, dentro del marco de la Feria del Libro del IPN.
Fue, dijeron, un gran honor que un maestro consolidado les hubiera pedido ese favor a dos historiadores que iniciaban sus carreras académicas, y por lo mismo representó un compromiso que buscaron honrar.
Claro, tampoco escaparon de alguna regañada eventual, como las que prodigaba sin morderse la lengua el maestro, pero sin buscar ofender o lastimar, sino ayudar.
Se exhibió un video manufacturado por Luis Ernesto Camarillo y Julio César León, con la última entrevista videograbada que otorgó en vida el maestro Rionda (al menos eso creo). En el documento el entrevistado rememora su infancia y juventud en la ciudad de Guanajuato, con su abandono, sus pobrezas y su vida provinciana. La escasez de fiestas y de fuentes de diversión ayudaba a que los estudiantes estudiaran y a que los intelectuales se formaran como enciclopedistas.
A pesar de la pobreza generalizada, la Universidad y la élite educada local permitían el desarrollo de una intensa vida cultural, de la que surgieron expresiones que han colocado a esta ciudad en el mapa de los espacios privilegiados en cuanto a patrimonio artístico. El Teatro Universitario, así como las instituciones humanísticas y artísticas que fueron impulsadas por la casa de estudios y por el interés humanista del gobernador José Aguilar y Maya cambiaron el destino de esta ciudad y le permitieron a muchos jóvenes inquietos dedicarse primordialmente a diversas alternativas del arte, las ciencias y las humanidades.
Los familiares del maestro agradecimos esta iniciativa, y buscamos destacar cómo una persona cabal, comprometida con su sociedad local, estatal y nacional puede marcar una gran diferencia y dejar una enorme huella tras su paso por esta vida fugaz. Miles de guanajuatenses de los 46 municipios lo recordarán con cariño y admiración durante las décadas por venir. Esa es la mejor herencia que nos pudo dejar mi padre. Gracias.
Luis Miguel Rionda es antropólogo social y profesor investigador de la Universidad de Guanajuato, Campus León.
luis@rionda.net
Twitter: @riondal
