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1402 10 Septiembre 2013

 

Los partidos no quieren que participes
Lilia González

Monterrey.- Durante casi 10 años, diferentes actores de la sociedad neolonesa han contribuido para que el impulso de una Ley de participación ciudadana sea una realidad en Nuevo León (uno de los únicos cuatro estados de la República que carecen de este importante mecanismo). Trataremos de dar nuestra visión de porqué ello no ha sido posible.

Durante este lapso hemos observado que este tema, como muchos otros, se maneja en base a los intereses del gobierno en turno y por lo tanto del partido político al que pertenece. En nuestro estado han sido el PRI y el PAN quienes han gobernado en el mismo sentido. La ciudadanía ha sido hecha a un lado: hago como que te escucho y hasta ahí.

El actual gobierno no es la excepción, y la aprobación de este proyecto de ley y de las reformas constitucionales necesarias para que sea una realidad, están entrampadas porque la fracción del PRI en el Congreso local, que es mayoría, no ha recibido instrucciones de su gobernador, quien a su vez no la recibe de su partido político.
La independencia de los poderes no existe en la realidad, sólo en la teoría.

Se han logrado pequeños avances y en este momento estamos en el impasse de que sea aprobada en segunda vuelta en el Congreso, una reforma constitucional indispensable para que el proceso de aprobación de la ley siga su curso.

Ahora bien ¿por qué es importante una ley de participación ciudadana y por qué los partidos políticos han retrasado su aprobación?

Es importante porque nos proporciona a nosotros, ciudadanas y ciudadanos, instrumentos de participación legal para incidir en la toma de decisiones de los gobiernos estatal y municipal, tales como referéndum y plebiscito, presupuesto participativo, rendición de cuentas, audiencia pública, consultas ciudadanas, entre otros.

Ello nos permitiría contar con herramientas para evitar acciones tales como el mal uso de los recursos públicos o la falta de transparencia en el uso de los mismos en obras que, muchas veces, no son deseo de los ciudadanos.

Nuestros gobernantes carecen de visión; una visión compartida que les permita comprender que sí queremos estos instrumentos legales de participación, y los queremos para coadyuvar y formar parte en la formulación, ejecución, y evaluación de las políticas y programas públicos.

De esa carencia de visión considero que proviene el rechazo a aprobar esta ley.

La ley de PC se concibe como una forma de inclusión de la ciudadanía y sus organizaciones en las decisiones públicas. “No es igual ni reemplaza a la participación política de la Democracia Representativa sino que la complementa” (Ziccardi).

En la sociedad, es imposible incidir en los cambios sin participar; la indiferencia y ausencia de interés son formas de dejar en manos de quienes ejercen el gobierno decisiones importantes.

No continuaremos dando cheques en blanco.

Solicitamos que el poder ejecutivo cumpla el papel de no entorpecer el avance democrático tan necesario en nuestro estado y país. Solicitamos al poder legislativo sea un poder independiente de  partidos políticos para la toma de decisiones.

Requerimos un gobierno con visión de futuro y sin exclusiones, que tenga como base los derechos humanos.
                        

@ParticipativaNL

 

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