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1422 8 Octubre 2013

 

Pagar por morir
David Carrizales

Monterrey.- El accidente que ocurrió el sábado cinco de octubre en la ciudad de Chihuahua, durante el evento Extremo Aeroshow, dejó en claro que hubo graves omisiones y negligencia de las autoridades municipales de la capital norteña, al permitir su realización en un lugar que no reunía las condiciones de seguridad indispensables.

Resulta increíble que se expusiera al público en forma tan irresponsable y criminal, “protegiéndolo” únicamente con una pequeña valla metálica y pacas de paja, una barrera insignificante para cualquier vehículo ligero sin control, y más si se trataba de unidades de las denominadas “monster truck”, diseñadas especialmente para superar obstáculos muchas veces más pesados y voluminosos.

No sorprende sin embargo que hasta el momento sólo haya “caído” el chofer de la pesada unidad (supuestamente alcoholizado). Es él a quien hasta el momento se le están cargando todos los muertitos (ocho) y los cerca de 80 lesionados, doce de ellos en estado crítico.

En este caso igual que ocurrió con las tragedias de la guardería ABC y el Casino Royale, el hilo siempre se rompe por lo más delgado, los peces gordos siempre están a salvo y es muy probable que nunca sean llamados a cuentas el alcalde priista, Marco Quezada Martínez, el director municipal de Protección Civil, ni los demás funcionarios relacionados con el otorgamiento del permiso y de vigilar la adecuada realización del evento.

Por cierto, en la inauguración estuvo el gobernador César Duarte Jáquez, que no escatimó elogios para el edil Quezada Martínez ni para el festival, que consideró un ejemplo de buena convivencia y de recuperación de espacios para la gente.

Aunque no sea “políticamente correcto”, es necesario decir que las víctimas (los adultos, no los menores) también tienen algo de responsabilidad por la tragedia, al acudir a un espectáculo que representaba un alto riesgo.

Mención aparte merece el hecho de que este tipo de diversiones resultan hasta cierto punto incomprensibles. ¿Cómo es que la gente disfruta y paga por ver que una máquina pase por encima de automóviles para aplastarlos y volverlos chatarra?

Pero volviendo al punto central, todas las tragedias que han ocurrido en el país en años recientes, como ésta de Chihuahua, la del Casino Royale en Monterrey con sus 52 víctimas mortales hace dos años, los 13 fallecidos en el operativo de la discoteca New´s Divine de la Ciudad de México en 2008, y los 49 niños fallecidos en la Guardería ABC en 2009, tienen como denominador común la corrupción y la lenidad de las autoridades.

Y algo más, con excepción del caso de los niños de la guardería de Hermosillo, las víctimas pagaron por morir; pero ni los gobiernos, ni los ciudadanos, aprendemos la lección.

 

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