ESTADO DE LOS ESTADOS
Ahí te dejo esos dos pesos
Lilia Arellano

Cancún.- Se dice que el papel aguanta todo y nada más cierto. Ahora resulta que ante el panorama negativo en el que se desenvuelve la reforma hacendaria, los legisladores evalúan la posibilidad de estimar un precio mayor al petróleo para cubrir el déficit del presupuesto que consideran debe ejercerse en el próximo año, aún a sabiendas de que ninguno de los renglones del actual fue ejercido en su totalidad.

Dicen que con elevar unos cinco dólares por barril de la mezcla mexicana de exportación, recibirían un promedio de 35 mil millones de pesos más. Lo interesante será conocer qué han hecho con los sobreprecios de los últimos años con los que se ha vendido el combustible, ya que si 81 dólares es un cálculo conservador habremos de recordar que han cobrado más de 100 dólares por barril.

Por esta y otras decisiones que van tomándose sobre las rodillas, es que crece a cada momento la posibilidad de que se cancele la reforma hacendaria y se solicite la renuncia del titular del área, Luis Videgaray.

Diversas opiniones refieren que tanto el alumno preferido de Pedro Aspe como Rosario Robles Berlanga son dos piezas cuya permanencia le está costando al mexiquense un gran desgaste al tener que salir cada vez con mayor frecuencia en su auxilio, apoyando su posición. Por lo pronto, Acción Nacional determinará hoy solicitar al gobierno el retiro de esta iniciativa.

Advierten los blanquiazules que buscan que se apruebe una reforma y no una miscelánea fiscal que, visto está, logró levantar ámpula en todos los sectores. Ha resultado ésta un elemento más de división entre la sociedad, ya que sólo una parte está de acuerdo, inclusive, en que se graven los refrescos, las bebidas endulzadas, en tanto que otros advierten que las cargas impositivas rebasan ya todos los límites.

“Sólo se vienen haciendo parches”, dijo Cecilia Romero, secretaria general panista, quien sostuvo que la sola presentación del documento consideraron los priístas que los pondría como “los buenos de la película”, al quitar el IVA a las colegiaturas y “es un absurdo tal que hasta ridículo fue que lo presentaran”.

Las presiones van en aumento y no sólo porque también debe quedar lista la Ley de Ingresos, sino porque el 20 da inicio en Guadalajara, Jalisco, un foro que pone a México en la mira mundial al presentarse inversionistas de todo el mundo participando incluso en un evento en el que se pondrá a juicio el tiempo de gobierno de Enrique Peña Nieto, de ahí que ahora resulte que han llegado por miles de millones de dólares nuevas inversiones al país. Se usará una planta automotriz en Coahuila para dar inicio a otra etapa mediática en la que se buscará crear el espejismo de que el “país está en movimiento”.

Llama la atención el hecho de que existan renglones que permanecen intocables o a los que no se les concede mayor atención, aún y cuando han significado sangrías auténticas no sólo para el erario sino para el país, y ese patrimonio que cada vez que se menciona resulta ligado a un sentimiento patriotero que resulta argumento que se esgrime despectiva y permanente por quienes abusan.

Se trata de las minas y la liberación que tienen de cualquier gravamen,  con todo y que se han hecho cálculos de que en los últimos 10 años sólo las empresas canadienses han extraído más oro que todo el que fue sacado por los españoles durante los tres siglos de la Colonia. No ha transcurrido ni un año de gestión, cuando ya suman 644 los nuevos títulos que se han entregado y que se ubican en una superficie para la explotación minera de más de 51 millones de hectáreas que se suman a las 17 mil 629 concesiones otorgadas por Fox en un área de 30 millones de hectáreas, más las de Calderón que fueron otros 21 millones para 8 mil 414 títulos.  

No hay ningún registro de pago de impuestos en ningún renglón. Como la tierra es concesionada, no hay liquidación predial. Tampoco se exhiben las ventas de los distintos grupos y por ende no se tasan las utilidades que perciben por la venta de los metales preciosos, de oro y la plata. Todo se envía al extranjero y aquí no queda más que la explotación vil de recursos.

Las condiciones en las que laboran los mineros son lastimosas, duras, peligrosas. Carecen de seguros y por si no fuera suficiente, muchos de estos terrenos han significado el despojo a los campesinos, a quienes se les promete el pago de sus tierras y finalmente tienen que conformarse con ridículas cantidades que les liquidan con la venia, siempre, de las propias autoridades.

¿Es en verdad mucho más conveniente hacer cálculos de precios que se rigen en el mercado internacional que mirar hacia todos esos renglones en los que el gobierno ha incurrido en exenciones que hablan de complicidades, de corrupción, de abuso, de saqueo?

Está aquí ejemplificado otro de los por qués de los temores que existen en la sociedad por la participación de la iniciativa privada y más aún de la extranjera, ya que no se duda en violar todo tipo de leyes, en proteger las ganancias de otros a costa de una dádiva por “coyotaje”, de comisiones sobre todo lo que no se paga, de regalías que van generando precipicios presupuestales y mucha más deuda.

La sesión permanente para la discusión de la Ley de Ingresos va ligada a lo que resulte de la Hacendaria y tal parece que en ambas recae la posibilidad de que Videgaray siga dentro del gabinete del mexiquense. Sólo que mala será la decisión si se cambia a un alumno por otro que provenga de la misma rama ya que, en el fondo, don Luis no es más que un peón al que mueven desde el tablero en donde los dos jugadores que aparecen son Pedro Aspe y Carlos Salinas.

A don Enrique lo mandan por las botanas o a cambiar los discos, de ahí las giras nacionales y al extranjero que lo mantienen ocupado en tanto que otros avanzan en sus objetivos que, ya se verá, no se sabe bien a bien si son compartidos.

Y eso que todavía no se llega a los colmos, aunque se avanza como es el caso de los gasolineros y los miles de empleos que dicen se perderán con la reforma hacendaria y con parte de la energética. ¿Cuáles empleos? Porque no puede llamársele empleo a esa pequeña área de trabajo dentro de una gasolinera que obliga a todos esos miles a cargar con la responsabilidad de vender y cobrar combustible sin ninguna protección sobre el efectivo que manejan, sin que por ello cobren siquiera un salario mínimo o tengan alguna prestación.

Viven de las propinas mismas que se han visto disminuidas a cada gasolinazo porque se ha incrementado el número de conductores que piden solamente la carga de unos cuantos litros y si antes dejaban hasta 10 o 20 pesos o el cambio que les quedaba como compensación al servicio, hoy si acaso son dos pesos.

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