Ni cómo ayudarle
Hugo L. del Río

Monterrey.- A Juana Aurora Cavazos se le debía caer la cara de vergüenza. Sor Margarita, quien no es precisamente la versión tercermundista de Merkel, la humilló por diez goles a cero en su propia casa.

Ayer por la mañana, al ver un noticiario de la TV local, comprobé, sin asombro ni sorpresa, que Cavazos no tiene la mínima idea de lo que debería estar haciendo. Los locutores le dijeron que la escuela Manuel Tolsá no tenía luz y que, además, algún burócrata de la Secretaría de Educación les dijo que ni modo, que escolares y profesores se aguanten porque habrá presupuesto hasta el año próximo.

Cavazos replicó que, naturalmente, no sabía. Eso sí: prometió investigar el problema. En el mismo paquete informativo, se divulgó que los niños golpearon hasta el cansancio a dos hermanitas de la Miguel Ángel Granados Chapa, ante la indiferencia de la Dirección y plantel magisterial, y quizá animados los pequeños aspirantes al sicariato o la policía por sus padres.

Sobre el particular, Cavazos no se pronunció. Supongo que está esperando a que un chico sea asesinado por sus compañeritos para, como modista de Prada, tomar las medidas del caso. En las mil 300 Primarias y Secundarias de Monterrey, se dan casos de agresión física y psicológica, así como diversas manifestaciones de discriminación. En unos planteles más, en otros menos. Hay luces rojas en cuatro de cada diez academias y más del 50 por ciento de los peques y adolescentes han sido golpeados y humillados.

Sor Margarita, quien le quitaría al buen Jesús las llaves de Monterrey si ese es el precio que se le pide para ser gobernadora, vio el caballo ensillado y lo montó. Ayer, la alcaldesa inició su programa personal contra esta pandemia moral de ataques corporales y agravios. No está mal pero, ¿no le correspondería saltar al ruedo a doña Juana Aurora?

Entendemos que, como a la inmensa mayoría de la gente con poder, a Cavazos le vale un adarme lo que ocurra o no ocurra en el ámbito educativo. Pero se suponía que es política profesional. Bueno, quizá lo sea, pero no de primer nivel. Ni de segundo, ni de tercero. La mediocridad es el sello de este sexenio, empezando por Rodrigo Medina.

Pie de página

El cólera es una enfermedad que sólo se da en países hundidos en la miseria. Es un subproducto de la indigencia de los Estados. En México tenemos 159 casos en cinco entidades. Al paso que vamos sufriremos el resurgimiento de la lepra y la peste bubónica.