Suscribete
 
1427 15 Octubre 2013

 

CLAVES DE GÉNERO
Feminismo en Monterrey
Lídice Ramos Ruiz

Monterrey.- Tuvieron que pasar bastantes otoños, ver caer muchas hojas de los árboles, inviernos fríos, primaveras de azahares y veranos calurosos para tener un acto oficial del gobierno del estado al que acudimos muchas personas, entre funcionarios de gobierno, agentes de la sociedad civil, la academia, diputadas, personal del poder judicial entre otras, para posicionar El Feminismo en Monterrey, que en palabras de Amelia Valcárcel, se entiende como una filosofía portadora de novedades y de libertad, cuyo compromiso moral se resume en construir un mundo más amigable y habitable.

Para conmemorar el 60 aniversario del otorgamiento del voto a las mujeres se presenta el libro “Ni Más, Ni menos ¿iguales?” (¡Entre interrogaciones!) por parte de la filosofa española Amelia Valcárcel, la politóloga mexicana Adriana Ortiz-Ortega y la historiadora Dulce María Sauri, todas ellas participantes de los trabajos de un seminario concertado entre el Instituto Estatal de las Mujeres y la Universidad Autónoma de Nuevo León, cuyo producto final es el libro.

Grato, por demás grato, ha sido este abono de otoño. Por un lado, se levanta cosecha de arduos trabajos realizados por mujeres sin rostro de este Monterrey de fábricas y migrantes de manos callosas, por otro lado, el fruto de activistas sociales que se han ocupado de la justicia de género, de una academia que no acaba de formar masa crítica en asuntos de feminismo en la localidad y llega un debate feminista a un ejercicio de gobierno que reconoce derechos apropiados en este lapso de los últimos sesenta años. Un camino que se abona para quitarle,  como se dijo en el evento, las interrogaciones a la palabra “iguales” para realmente llegar a serlo, no sólo en lo formal o político sino en igualdad de decisiones para el desarrollo del país, donde el gobierno cumpla su función de saber gobernar con igualdad de género.

Como un deber de memoria se recuerda a las pioneras que lucharon por el derecho al voto y transformaron al feminismo en una vanguardia del proceso democrático de este país, se avanza para no ser sólo vanguardia, no sólo agenda de reclamos, sino parte  del proceso democrático que, sin las mujeres, no  avanza porque ellas se han ocupado de asuntos útiles para la justicia.

La creatividad y el saber feminista se instala en las élites políticas y con ello vamos de gane. Sin embargo, el éxito se alcanzará cuando las mujeres sencillas se reconozcan en las mujeres de élite, legitimando con ello esfuerzos y realidades cuyos lazos de sororidad serán motivos de orgullo.

En definitiva, haber estado en el lugar de los hechos, vivir las emociones de las personas, palpar las sonrisas y los asombros, escuchar hablar de las contribuciones del feminismo, nos tiene  ahora, en un oficio reflexivo para localizar los puentes entre política y academia, nos invita a seguir ocupadas y ocupados en la conservación de ese río de moral que las mujeres hemos logrado forjar con nuestra libertad como humanas.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

15diario.com