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1427 15 Octubre 2013

 

Olvidar la Guerra
Jesús González Ramírez

Monterrey.- Si seguimos por el camino de olvidar la guerra que vivimos en Nuevo León en los últimos años, es seguro que tendremos otra explosión mucho más violenta pronto, muy pronto.
No entendimos la lección de los años 70 en el Estado.

En aquel entonces, la sociedad cerró los ojos, no vio el origen de la violencia social que se vivía, satanizo a los activistas y creyó los discursos que desde el gobierno se construyeron para programarnos como una sociedad feliz. Fue cuestión de tiempo para que maduraran las condiciones que desembocaron en la violencia que sufrimos hoy.

Hoy estamos repitiendo la historia, el gobierno estatal construye una imagen de un Nuevo León en paz y la gran mayoría de la población, por ignorancia o por conveniencia, comienza a creer que es real esa paz.

La realidad es que el ciclo de la violencia está comenzando a crecer nuevamente, más rápido por las condiciones de descomposición en las que nos encontramos. Se eleva el número de extorsiones y secuestros, lo que generara liquidez a grupos de delincuentes y hará posible la compra de armas, con las que después se disputarán los territorios de nuevo y la población civil quedará en medio preguntándose ¿por qué sucede?

Es válido que, como mecanismo de defensa, comencemos a intentar reconstruir un tejido social como sea, eso calmará nuestras conciencias e incluso nos hará creer que hicimos la parte que nos tocaba,  pero las y los desaparecidos siguen sin ser encontrados, las familias siguen con el dolor de haber perdido a sus seres queridos, muchos empresarios aun no pueden levantarse de los golpes económicos de la violencia, los adolescentes siguen nutriendo las filas de organizaciones criminales porque, entre otras cosas, no tienen acceso a la educación.

Algunas organizaciones de la sociedad civil han caído en la trampa de construir un olvido pasivo ¿conoce usted a alguna que esté trabajando un proyecto sobre recuperar la memoria de la guerra en Nuevo León? ¿Cuantas organizaciones, de la mano del gobierno, están trabajando en darle nombre y apellido a las víctimas de la guerra? ¿Se puede reconstruir el tejido social sin reconstruir la memoria?

Se nos exige cerrar el capítulo de la guerra sin preguntarnos y documentar ¿qué fue lo que pasó y cuáles son sus consecuencias?
Y en el peor de los casos se intenta comprar el olvido con recursos económicos.

Vivimos un tiempo histórico donde el honesto ¡Ya Basta! del 2010 se ha convertido en un pasemos la página. De facto, estamos creando una Ley de punto final como en Argentina al finalizar la dictadura militar, donde no se espera sean documentados los crímenes y sancionados los responsables, sino sólo se espera que miremos hacia adelante y avanzar, pero el camino no tiene soporte.

De esta manera es como estamos repitiendo la historia y al final sobrevendrá, por lógica, otro ciclo de violencia.

La principal carencia de todos esos proyectos de reconstrucción del tejido social financiados con dinero público y privado, es que no se recupera la memoria. Por el contrario, se busca el olvido, pasar la página.

Mientras no se recupere la memoria de lo que nos pasó no existirá base real para mirar hacia adelante. Necesitamos un honesto ¡Ya basta! de toda la población en Nuevo León.

Uno de verdad.

PD: ¿Quién dice que todo está perdido?

@proyectoepuente

 

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