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1466 9 Diciembre 2013

 

Marchan contra la privatización del petróleo
David Carrizales

Monterrey.- La imprudencia de efectivos de Fuerza Civil estuvo a punto de desencadenar la violencia, al forcejear con manifestantes que protestaban contra la privatización de la industria petrolera. Los uniformados pretendían impedir la quema de dos piñatas que representaban al presidente Enrique Peña Nieto y a un magnate petrolero.

Pero lo policías no lograron su objetivo, por la resistencia que desplegaron los encargados de la seguridad de la marcha-mitin que realizaron las fuerzas locales de la izquierda y organizaciones civiles, donde participaron juntos por primera vez el PRD y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), además de PT, el movimiento Yo soy 132, el Frente Nuevo León y Evolución Mexicana en otras agrupaciones.

Tomándose de las manos, un grupo de manifestantes formó un círculo en torno a la fogata, y después de un forcejeo con la policía que duró cerca de cinco minutos ,sin que hubiera detenidos o lesionados, los dos muñecos de cartón terminaron convertidos en cenizas sobre los adoquines de la Explanada de los Héroes.

La manifestación congregó unas tres mil personas que el viernes por la tarde soportaron una temperatura que osciló en los cuatro-cinco grados centígrados. Se formó con tres contingentes que partieron desde Juárez y Madero (el PT y Morena); la alameda Mariano Escobedo (el PRD), y desde la plaza de Colegio Civil (las organizaciones civiles y activistas independientes).

El diputado local del PRD, Eduardo Arguijo Baldenegro, expuso en su discurso que si los mexicanos de hoy permitimos la entrega de la industria petrolera a las grandes empresas trasnacionales que fueron echadas del país en 1938 durante el periodo cardenista, México perdería la oportunidad histórica de un mejor porvenir para sus hijos.

Señaló que este atraco que se pretende cometer en los próximos días, con la aprobación de la reforma energética de Enrique Peña Nieto en el Senado y la Cámara de Diputados, es equivalente a la pérdida de más de la mitad de nuestro territorio, que tuvo lugar durante el gobierno del traidor, Antonio López de Santa Ana en el siglo XIX.

Agregó el diputado perredista que desde aquél trágico acontecimiento no se tiene registro en la historia de México la presencia de un presidente “sumiso, agachón y entreguista como el que tenemos hoy”, pues antes de que asumiera el poder el primero de diciembre de 2012, ya había comprometido el petróleo mexicano con el Grupo de los 8, las potencias que han venido haciendo las guerras y apropiándose de los recursos naturales y minerales de todo el mundo.

Asentó Arguijo que nunca se había visto en el país que un presidente y los poderes fácticos hayan relevado a las cámaras de diputados y senadores, y que en Palacio Nacional se decida qué va a pasar con nuestro petróleo mientras una mayoría de diputados y senadores vergüenzas se limitarán a levantar el dedo, porque ni siquiera han analizado o discutido los alcances y consecuencias que se van a derivar para los mexicanos, si se entrega el petróleo a las trasnacionales, con los contratos de utilidades compartidas y otras medidas retrógradas y entreguistas.

Arguijo señaló que México perdería la oportunidad histórica de crecer industrialmente, de mejorar la calidad de vida de los mexicanos, y se estaría echando por la borda el porvenir de las nuevas generaciones si llegamos a perder ese preciado recurso natural no renovable que es el petróleo, porque las trasnacionales que ya habíamos corrido del país en el 38 quieren volver por sus fueros para llevarse el petróleo y procesarlo fuera de México, y luego regresarlo convertido en gasolinas, aceites, fertilizantes para vendérnoslo al precio que ellos quieran.

“Ellos no vienen a desarrollar la planta productiva del país, a generar empleos, ni a darle valor agregado al crudo para beneficio del país, sino para llevárselo y cumplir con las condiciones que Estados Unidos ha venido imponiendo a México de entregarle dos millones de barriles diarios de aquí hasta el 2020, y como el país hoy sólo produce dos millones y medio de los cuales consume un millón y medio, pues únicamente les manda un millón de barriles y Estados Unidos necesita más”, argumentó el diputado local.

“Compañeros no podemos permitir que esto se dé, si hay necesidad de poner el cascabel al gato, salir a la calle para poner al desnudo la pretensión del gobierno federal lo vamos a hacer, para detener el atraco que se piensa cometer. Lo que se pretende no es cosa menor, es parecido al atraco que se cometió en el siglo XIX con la pérdida de más de la mitad de nuestro territorio, tierras que entregó un mal presidente por unas monedas y ahora se quieren entregar más de la mitad de los hidrocarburos que tenemos en el subsuelo”, señaló el perredista.

“Llueva o truene debemos movilizarnos el golpe que nos quieren dar en las Cámaras de Senadores y de Diputados, si hay necesidad de bloquear calles y tomar edificios para que se sienta el peso de Nuevo León tenemos que hacerlo, porque está en juego nuestro futuro y el que no lo entienda así es un traidor a México”, concluyó Arguijo.

A su vez Rogelio González presidente estatal de Morena, señaló que no importa que en el Congreso de la Unión se imponga la reforma energética, con la lucha unida de todos los mexicanos se logrará revertir el atraco. Comentó que en Nuevo León se rompió el tabú de que las izquierdas no pueden estar unidas, al marchar por la misma causa los militantes de Morena, el PRD y el PT.

En tanto el diputado del PT, Guadalupe Rodríguez Martínez, dijo que México enfrenta horas aciagas y vive un momento decisivo que donde se hace necesario revertir las condiciones de deterioro de las grandes conquistas sociales logradas en la Revolución con un millón de muertos.

En los últimos 30 años, comentó el legislador local, se dio reversa a la nacionalización de las industrias fundamentales del país en las áreas de telecomunicaciones, la reforma agraria, y en general se entregó a la iniciativa privada, toda la parte económico del Estado, situación que otorgó al país el triste mérito de contar con el hombre más rico del mundo (Carlos Slim), mientras por otro lado está convertido México en una fábrica de pobres.

Por ello, señaló Martínez, hoy los mexicanos no podemos permitir que el último resquicio de nuestra soberanía económica y por extensión a la política, la industria petrolera nacional, sea entregada a los intereses extranjeros a cambio de una monedas, por unos Judas traidores que van quedar marcados de aquí a la eternidad como esos que entregaron la última parte independiente de nuestra nación.

 

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