Estocada a los pobres
Hugo L. del Río

Monterrey.- Naturalmente, los camioneros se salieron con la suya. Siempre lo hacen. La tarifa sube de diez a doce pesos: es una alza salvaje del veinte por ciento. Se habían discutido incrementos entre el diez y el quince. Pero el pulpo camionero es insaciable. Que dizque es una recomendación para aprobarse el día veinte de este mes. Je je.

Apenas el miércoles el peque Rodrigo Medina prometió que no habría aumento para quienes usan el plástico Feria. Con segundo transbordo gratuito y todo eso. Pero ayer, los que mandan acordaron que sí se irá depreciando gradualmente la tarjeta. El niño Rodrigo debería aprender a quedarse callado. Nadie le pidió que diera la vida por Nuevo León: sólo esperaban, quienes no lo conocían, que fuera un gobernador tibio, pero no avorazado; propenso a la transa, pero no tan débil. La triste verdad: Rodrigo Medina es lo que los gringos llaman un “yes man”: a todo dice que sí, da todo lo que le piden.

En lo que toca a los camiones, son cosas que nomás suceden en México: todo el mundo participó en la decisión, menos los usuarios: fabricantes de cerveza, cemento, aceites, acero, jabón; un representante de la UANL y otro del ITESM; 17 hombres del gobierno y, en el papel, tres voceros del pópulo.

Únete Pueblo le pidió al Consejo Estatal del Transporte que diera a conocer los nombres de estos tres dramatis personae, como se decía en el teatro. ¿Y qué otra cosa es esto? Y héte aquí que un tal Said Azarín Bugarin o Bugarín Martínez, “enlace de información” del dicho consejo, respondió que nones: si a esas vamos, los 42 integrantes de la marinola esa son ciudadanos y no hay motivo para singularizar al trío del misterio, dijo el quisque.

A los pulpos ya los conoce usted. Agregue a la lista de la rapacidad al diputado local Daniel Torres, quien gallardamente saltó a la arena de los gladiadores a defender a los camioneros. Los usuarios nos jodemos, como siempre. Peña Nieto nos quita el petróleo, el gas y la luz; y Rodrigo Medina casi nos condena a caminar a la chamba o la escuela; o a subir a una bicicleta con la casi absoluta seguridad que nos aplastará un conductor.

Parafraseando al abogado del Pentágono que hizo trizas al senador McCarthy, uno pregunta: Señores, ¿es que no tienen ni una pizca de decencia?

Pie de página

Nada más al gobierno de Peña Nieto se le podía ocurrir esto de la facturación electrónica. Somos un país de analfabetos y muertos de hambre. Hasta en el tejaban más humilde hay televisor pero, ¿computadora, qué es eso, con qué se come?