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1510 7 Febrero 2014

 

ANÁLISIS A FONDO
La economía me da risa
Francisco Gómez Maza

Una golondrina que no hace verano
La calificación de Moody’s, mito genial

Ciudad de México.- Hacer alharaca porque Moody’s mejoró la calificación de la capacidad crediticia de México en los mercados de dinero del exterior es pasarse de listo, inventar lo positivo cuando todos los signos económicos son ridículos. Y la calificación de esa calificadora es un cuento chino.

Las calificadoras muchas veces sueltan al espacio globos sonda para crear expectativas positivas en sus clientes, en torno a una oportunidad de un negocio en especial, que en el caso puede ser el petróleo mexicano. Aunque los inversores no tienen un pelo de tontos.

Los gobernantes y los políticos, especialmente en el sector legislativo, se pusieron a bailar de alegría por el anunció de este miércoles, como si la calificación de la deuda soberana de México (la capacidad de endeudarse en los mercados extranjeros), decidida por la agencia Moody´s fuera una sentencia ex cátedra. La última palabra. Mentira

Y nadie repara que Moody's es sólo una de tantas consultoras que da seguimiento, mercantilmente interesado, a la conducta de las economías de los países del hemisferio occidental. No es la única. Estándar & Poros, que goza de un buen prestigio, no ha dicho nada respecto del comportamiento de la política económica del gobierno de Peña Nieto. Y no lo va a decir hasta que tenga los pelos de la mula en las manos. Fitch salió inmediatamente a plantear aclaraciones, una vez que hubo fiesta entre los políticos mexicanos por el buen trato de Moody’s. Ninguna calificadora puede, como lo ha hecho Moody’s, calificar antes de que Peña Nieto pase la prueba. Y no al ha vencido.

Son prudentes los analistas de Ficha Rating, que incrementaron el IDR en moneda extranjera de México en mayo del año pasado, las futuras acciones positivas a las calificaciones soberanas del país –escúchelo bien don Luis– dependerán de la observación de un periodo sostenido de crecimiento y mejoras adicionales materiales en la flexibilidad fiscal en México.

Y si usted recuerda la nota que habrá leído ayer en esta columna, los fundamentos dados por buenos para tomar la decisión, apuntados por Moody’s responden a puras expectativas de esa correduría. No a avances que ya hubiesen sido corroborados en la realidad. Puros buenos deseos. Que las reformas estructurales impulsarán la economía, que el ambiente de negocios puede llegar a ser muy positivo una vez puesta en marcha la apertura de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad a la inversión extranjera, etcétera.

Tras el aumento hecho el miércoles por Moody's a la nota de bonos soberanos del gobierno de México a A3 de Baa1, la directora sénior y analista líder de la calificación Soberana de México, de Fitch, Shelley Sets, dio a conocer la postura de esta agencia evaluadora. En un breve comentario, la especialista recordó que Fitch incrementó el IDR en Moneda Extranjera de México a ‘BBB+' desde ‘BBB', en mayo de 2013.

Refirió que uno de los principales fundamentos, en esa ocasión fue la premisa de que el impulso de las reformas continuaría en México y que éstas tendrían un impacto positivo en las perspectivas de crecimiento y la flexibilidad fiscal en el mediano plazo. Sin embargo, y esto deben leerlo con lupa los economistas de la Secretaría de Hacienda y los legisladores entusiastas, la economista de Fitch advirtió: “En nuestra última revisión, también mencionamos que para futuras acciones positivas de calificación, es importante observar un periodo sostenido de crecimiento que reduzca la brecha económica de México con los soberanos con calificaciones más altas, así como mejoras adicionales materiales en la flexibilidad fiscal”.

El señor Manlio Fabio Beltrones, siempre mañosamente optimista en todas sus declaraciones a la prensa, afirmaciones color de rosa, fue realista consultado de su opinión sobre la calificación de Moody’s. “No es la hora de confiarnos. Más bien de insistir en que esta ruta y este rumbo de las reformas necesarias para que las cosas buenas pasen en México continúen, tanto en el trabajo legislativo como en el ejercicio gubernamental”.

Así que el optimismo del gobierno de Peña Nieto huele a manipulación pura.  Nadie cree que por una pinchona calificación las cosas hayan mejorado para los mexicanos. Al contrario. Día con día empeoran. No hay dinero en la cartera y los precios de los combustibles suben y suben y los precios de la canasta básica siguen trepándose en la escala de Gini.

No mientan, amigos hacendarios. No es cierto que tal calificación sea verdadera. Calificar para las calificadoras como Moody’s es un negocio más. Eso es como las distinciones que ignotas revistas de finanzas “internacionales” otorgan al secretario de Hacienda, nominándolo como el ministro del año. Hágame usted el favor. Una economía que en realidad no crece ni al 1 por ciento al año es imposible que sea calificada positivamente en su capacidad de contratación de crédito. Esa es la pura neta. La ciencia económica de don Luis da risa.

fgomezmaza@analisisafondo.com
www.analisisafondo.com

 

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