Antología del cuento fantástico
Eligio Coronado

La fantasía no tiene límites cuando se trata de crear: el hombre que conoce a las personas por su sombra, el que asegura que Cervantes vivió en Inglaterra con el seudónimo de William Shakespeare, el que se comunica telepáticamente con Neil Armstrong, quien reside en la luna, et al.

En Tierras insólitas*, Luis Jorge Boone ha reunido diecisiete textos que le dan la vuelta a la realidad conocida para mostrarla más sorprendente, aunque sea ficticiamente: una pareja de ex-amantes se vuelve a encontrar después de muchos años y se van al hotel donde solían verse… cuando estaban vivos; un niño se vuelve invisible cuando cierra los ojos; una mujer cura de crisis nerviosas con una terapia a base de sueños con cielos azules, prados y árboles.

Boone (Monclova, Coah., 1977) no arriesga una definición de este subgénero literario: “Esta antología precisa no una (…), sino diecisiete definiciones del género fantástico” (p. 10) y acaso tenga razón, aunque lo más elemental hubiera sido establecer que toda irrupción de lo no posible en nuestra realidad pertenece a la fantasía.

Así, un joven entra a una tienda de videos y acaba desnudo en una época arcaica (y no por causa de una película); un joven chelista se debate entre dos mujeres, una de ellas fantasma que aparece invocada por la música que él produce y que quiere que él mate a la chica real; un taxista que hace todo lo posible por ser atrapado por la mítica ave Roc...

La garantía de credibilidad es este tipo de historias es contarlas con naturalidad, como algo cotidiano y no como algo extraño y misterioso, y evitar el lenguaje rebuscado y el tono teatral: “Romy vio al dragón pasar junto a ella, aleteando. Un bramido estalló entre las fauces del monstruo, dejando los oídos de la chica zumbando como después de una tocada” (Bernardo Fernández, Bef: Ojos de lagarto, p. 59), “¿Qué habrá sido de nosotros; dónde habrán enterrado nuestros cuerpos?” (Mauricio Molina: Primer amor, p. 74), “yo realmente necesitaba la sombra de Kena, no a Kena misma. Aquella mujer podía ser prescindible. Pero no su sombra. (…). ¿Qué hacer? Tenía una mujer a la cual no quería y una sombra que amaba”. (Francisco José Amparán: Atrapar una sombra, p. 208.) 

Interesante antología a la que sólo le falta señalar la fuente de los textos incluidos para que los lectores interesados puedan localizar más textos de Paola Tinoco, Jesús de León, Magaly Velasco, Jorge F. Hernández, Gonzalo Lizardo, Bernardo Esquinca y Fernando de León, entre otros. Al no presentar dicha bibliografía, la posible curiosidad de los lectores no podrá documentarse.

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*  Luis Jorge Boone, comp. Tierras insólitas. Antología de cuento fantástico. México, D.F.: Edit. Almadía / UANL, 2013. 214 pp. (Colec, Narrativa).