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1513 12 Febrero 2014

 

Sin Enlace
Lupita Rodríguez Martínez

Monterrey.- La prueba Enlace (Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares) se aplicó por primera vez en junio del 2006, con el objetivo de evaluar los programas de enseñanza-aprendizaje de los alumnos de primaria y secundaria en las materias de español y matemáticas, fundamentalmente.

Conforme fueron transcurriendo los ciclos escolares, los acuerdos y los compromisos entre la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) fueron incrementándose con el fin de mejorar los resultados de las evaluaciones y lograr la calidad educativa.

A partir de los bajos resultados obtenidos con las pruebas Enlace, la SEP y el SNTE se orientaron de generar políticas educativas dirigidas a elevar el nivel académico de los alumnos, mejorar la competencia de los docentes, editar nuevos libros para alumnos y de consulta para maestros, así como establecer estímulos para los docentes con base en la preparación profesional y el logro académico frente al grupo.

Asimismo, se precisaron los objetivos de proporcionar información útil a maestros y maestras para ayudarles a mejorar el rendimiento escolar de su alumnado, así como a padres y madres para promover las buenas prácticas familiares que ayuden a que sus hijos e hijas a fortalecer su educación y formación. Igualmente, se incluyeron valores y actitudes para que directivos y cuerpos docentes de las escuelas pusieran especial énfasis en transmitir estos principios a la familia y a la comunidad.

También venía discutiéndose la necesidad de ligar los resultados de Enlace con las condiciones físicas que guardan los planteles escolares; con la pertinencia de los programas de actualización magisterial; con los efectos de las políticas de contratismo laboral y, sobre todo, con la situación socio-económica de las familias responsables de nuestra población estudiantil, ya que este ejercicio de evaluación era parte de la Alianza por la Calidad de la Educación entre la SEP y el SNTE.

Esta política educativa quedó suspendida cuando el titular de la SEP, Emilio Chuayffet Chemor, anunció que Enlace se pospone durante este año y que para el 2015 planearán otros exámenes, ya que con Enlace hubo “perversiones y prácticas corruptas vinculadas a la entrega de estímulos a los maestros y por la falta de transparencia la SEP decidió suspender la prueba hasta que el Instituto Nacional de Evaluación Educativa genere un nuevo examen”.

Más allá de esta versión oficial, queremos recordar que desde octubre del 2005 consignamos el hecho de que por fin nuestro país se dio a la tarea de atender el rezago educativo revelado por el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económica (OCDE), que ubicó a México en el lugar 45 de 88 países.

Fue por ello que se creó en ese entonces el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, así como el Instituto de Evaluación Educativa de Nuevo León, para identificar y resolver las causas del rezago educativo, además de rendir cuentas sobre los resultados y efectos de las políticas educativas, ya que la primera prueba Enlace vino a confirmar las fallas de las escuelas públicas y privadas en cuanto a los conocimientos y habilidades en español y matemáticas.

Por ello, desde el 2006 la prueba Enlace se convirtió en un esfuerzo sistemático y planeado para tratar de revertir el problema de la educación deficiente, a sabiendas de que educar requiere de mucho tiempo para modificar las tendencias políticas sexenales por políticas públicas de Estado. Sin embargo, hoy observamos cómo las tendencias políticas sexenales se vuelven a imponer. Vemos que las actuales autoridades federales aplican “borrón y cuenta nueva” para diseñar el nuevo modelo educativo de México y establecen nuevas estrategias y proyectos de evaluación, a lo cual Nuevo León también se sumó al anunciar que implementarán el Examen Final de Aprovechamiento parar suplir la prueba Enlace Intermedia Estatal.

Esperamos que estas decisiones retomen las mejores experiencias evaluativas, que contribuyan a construir un sistema educativo con calidad y equidad, que garanticen una cultura laboral de mejora continua de los trabajadores de la educación y, sobre todo, que cumplan con el objetivo central del desarrollo humano integral de los educandos, mediante programas innovadores que favorezcan no sólo el desarrollo del niño y la niña, sino también que impulsen el compromiso de padres y madres con el desarrollo comunitario para revertir el rezago educativo, así como el círculo de la pobreza y la desigualdad social.

 

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