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1529 6 Marzo 2014

 

TRANSICIONES
Caminos conocidos
Víctor Alejandro Espinoza

Tijuana.- El pasado martes 25 de febrero, el Partido Acción Nacional lanzó la convocatoria para elegir a su presidente nacional, proceso que habrá de concluir el próximo 18 de mayo. Un largo periplo de casi tres meses donde, todo indica, habrá dos candidatos seguros: Gustavo Madero y Ernesto Cordero.

Ambos han pedido licencia a sus respectivos cargos: a la presidencia nacional del PAN y al Senado, respectivamente. Juan Manuel Oliva –ex gobernador de Guanajuato–, ha decidido apoyar a Cordero.

El proceso incluye el registro de “suspirantes” entre el 4 y el 13 de marzo; el 18 la comisión encargada dará a conocer la lista oficial, es decir, anunciará a aquellos que cumplieron con los requisitos, e inmediatamente después, el día 19 inicia la campaña que culmina el 17 de mayo. El domingo 18, un total de 220 mil militantes elegirán a su máximo dirigente.

El tope de gastos de campaña por candidato es de 11 millones 500 mil pesos, y se podrán hacer donativos personales hasta por 6 mil 700 pesos. Es decir, un larguísimo proceso electoral que pudiera ser sumamente desgastante para el blanquiazul si, como se prevé, se polarizan las fuerzas. Saldrán chispas y “guardaditos”, al tiempo.

El día martes pasado, una de las precandidatas, Josefina Vázquez Mota, decidió declinar su participación en el proceso sucesorio. Ello causó desilusión entre sectores importantes del blanquiazul. Su probable candidatura había sido arropada por el grupo “Panistas por México”, entre los que destacan algunos ex gobernadores como Carlos Medina Plascencia, Ernesto Ruffo Appel, o Fernando Elizondo –el ex gobernador de Nuevo León, quien renunció recientemente afirmando que se iba “decepcionado por la corrupción”.

Vázquez Mota dijo en su discurso de declinación: “El aprecio de la mayoría de los panistas reflejado en todos los sondeos nacionales es real. Sin embargo, debo reconocer con realismo que como se ha estructurado el proceso existen prácticas contrarias al poder del voto del militante que afectarán el resultado”. O sea que el piso no está parejo. Y por ello tampoco, dijo, apoyaría a ninguno de los otros candidatos: o sea: “ahí se ven”.

Lo que evidencia la renuncia a participar en el proceso sucesorio es que el PAN vive una profunda crisis. La elección puede ser un momento definitorio: para resolver o profundizar dicha crisis. Un mal manejo del proceso, aunado a las denuncias de parcialidad y de fraude, sería una hecatombe para el blanquiazul.

Los candidatos seguros son Gustavo Madero y Ernesto Cordero (que en realidad hace dupla con Juan Manuel Oliva). Pero las opciones son sumamente preocupantes para el futuro del PAN. De ganar Madero, sería la continuidad de una política que le ha redituado mucho al gobierno de Peña Nieto y que ha costado también demasiado a la izquierda. El triunfo de Cordero/ Oliva significaría una vuelta al pasado; Cordero representa los intereses del grupo calderonista, mientras que Oliva es más cercano a Fox, pero digno representante del Yunque, el grupo ultraderechista. Así, es lamentable que no surja un candidato o candidata capaz de romper con el continuismo y el retroceso. ¿No hay un liderazgo capaz de representar una alternativa renovadora de un partido cuestionado seriamente por las malas cuentas que ha dado como gobierno?

La corrupción como principal herencia de 12 años de gobierno federal; pero lo que sucede en las entidades resulta también lamentable. No sólo la corrupción, sino lo que Soledad Loaeza definió como la “colonización de la Administración Pública”: el mérito es lo de menos, lo importante es la lealtad y la disciplina partidista, pero sobre todo de grupo para gobernar. La vuelta al pasado o el continuismo, ¿harán una diferencia?

Pese a las dos opciones, puedo apostar a que Gustavo Madero repetirá en el cargo; es el problema de las reelecciones: quien dirige, controla. Parece imposible que el grupo calderonista retome el poder: tiene todo en contra y Madero ha sabido colocar sus piezas y controlar la estructura; ya sin Josefina, el camino parece pavimentado para la continuidad. A menos que la ropa sucia se lave en público y los escándalos alcancen a don Gustavo. Y creo que Cordero y compañía saben buscar hasta por debajo de las piedras. ¿Me equivoco?

Investigador de El Colegio de la Frontera Norte.
victorae@colef.mx
@victorespinoza_

 

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