No la tiene fácil
Hugo L. del Río

Monterrey.- El Presidente Enrique Peña Nieto dice que los problemas de Pemex amenazan la soberanía de México. Según él, la entrega del petróleo al cártel de la globalización pondrá a salvo nuestra identidad nacional. Es difícil aceptar que el ente petrolero –el cuarto más importante del mundo– esté al borde de la quiebra.

Cierto: el año pasado se perdieron 12 mil 900 millones de pesos, pero ya se anunció en lo inmediato una inversión de 28 mil millones para desarrollar los yacimientos en aguas profundas del Golfo de México. En 2013 Pemex tuvo ventas por 106 mil millones de dólares; la producción diaria es de dos millones 564 mil barriles de crudo y ocho mil millones de pies cúbicos de gas natural. Las reservas probadas son de diez mil millones 73 mil barriles; las probables, de ocho mil millones 457 mil y las posibles, de doce mil 286 millones 50 mil. Pemex tiene 400 campos petrolíferos, explota ocho mil 500 pozos y con 243 plataformas marinas extrae del mar el oro negro. Estas cifras no se corresponden con la idea de una megacorporación en bancarrota.

Pero Pemex, además de ser la caja del tesoro nacional, desarrolla una importante tarea social: financia en el defe un programa de apoyo a niños Down; apoya proyectos de desarrollo sustentable en Veracruz; trabaja en la conservación de la biodiversidad; la reforestación y la conservación de ecosistemas naturales en la cuenca media del Usumacinta; se encuentra en el proceso de crear energía renovable por medio del etanol y está comprometido en la reforestación forestal de la subregión de la planicie costera del Golfo de México, así como en las áreas del Cofre de Perote, Río Blanco y Pico de Orizaba.

Es verdad que sólo tenemos seis refinerías, lo que obliga a importar de Estados Unidos –naturalmente– más de la mitad de la gasolina que consumimos. ¿No sería más productivo abrir Petróleos Mexicanos a la construcción de más plantas para la refinación? Peña Nieto nos quiere asustar: dice que si no se aplica la reforma energética pronto tendremos que comprar crudo en el extranjero. Pero si eso ya lo están discutiendo en el Consejo de Administración de Pemex; en la Secretaría de Energía; en Hacienda y, naturalmente, en Los Pinos.

Peña Nieto habla de enfrentar las contradicciones “con la misma determinación que lo hizo el general Cárdenas”. Vaya: esto es comparar a don Benito Juárez con Pascual Ortiz Rubio.

El mexiquense no la tiene fácil. Millones de mexicanos nos oponemos a renunciar a nuestro patrimonio nacional. Como dijo Cuauhtémoc Cárdenas: “México ya no es un país de súbditos, sino de ciudadanos libres”.  

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