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1546 31 Marzo 2014

 

Alzarse con el botín
Hugo L. del Río

Se están cortando el gaznate
Romero, aficionada a tatuar el viento
Tiraron a la basura el “bregar por siglos”

Monterrey.- La presidente interina del PAN, doña Cecilia Romero, es aficionada a tatuar el viento, como escribió Jaime Sabines. A Hércules le resultó más fácil limpiar los establos de Augías de lo que le resultaría a Romero sanear a su partido.

Ignoro cuál de las dos tareas que planteó ante los delegados a la XII Asamblea Nacional Ordinaria del PAN es más difícil: si erradicar la descomposición social de los funcionarios públicos azules, o firmar un armisticio que ponga fin a la guerra civil de los azules.

El poder corrompe, dijo hace rato un inglés quien sabía comer con cubiertos. La mayor parte de los panistas tiraron a la basura aquel “bregar por siglos” que exigió Gómez Morín como tarea a los hombres comprometidos con construir un puente entre la política y la ética. ¿Expulsar de Acción Nacional a los corruptos? El partido se quedaría con menos miembros que el PT, por lo menos en Nuevo León.

Naturalmente que los panistas se degüellan entre sí: revivir la Noche de San Bartolomé se convirtió, para ellos, no sólo en un deporte, sino en un imperativo estratégico para ganar la guerra y alzarse con el botín, que no es desdeñable. ¿Cómo se van a unir los blanquiazules si se están cortando el gaznate por entrar a la cueva de Alí Babá? Por lo demás, lo único que alcanzo a ver en el futuro del panismo es su cada vez más acusado proceso simbiótico con el PRI. “Hombres necios que acusáis…” y todo eso.

De entrada, los manolos y morritas del azul tendrán que escoger entre Ernesto Cordero y Gustavo Madero. Cordero es el quisque quien, cuando secretario de Economía, soltó aquella inolvidable perla de sabiduría: con seis mil pesos al mes, una familia mexicana vive en casa propia, posee auto y tiene a los hijos en colegios particulares. Hasta en África se rieron del niño Ernesto quien, obviamente, tiene vacíos los aposentos del cerebro, como escribió nuestro padre Cervantes. Con esto sólo bastaría para descalificarlo.

Pero en el PAN parece que la depauperación mental no es una epidemia, sino una pandemia. En cuanto al tío que usurpa el nombre del mártir, qué podemos decir. Cierto: la depravación no comenzó con él; quizás es incluso anterior a Fox. Pero en su mandato como presidente de la organización ya no política ni electoral, sino electorera, Gustavo Madero alentó y protegió a los corruptos. Madero sería la vergüenza de cualquier partido, hasta del PRI, pero es casi seguro que será reelegido.

Los dioses ciegan a quienes quieren perder, dijeron los griegos. El porvenir del PAN nos recuerda una línea de José Emilio Pacheco: “el barco encalló y nadie se ocupó de retirar sus despojos”.   

hugoldelrioiii@hotmail.com

 

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