Monterrey.- El 8 de agosto de 2001 el periódico El Norte (Monterrey) publicó la nota “Vislumbran carrera magisterial en arte”. La nota destacaba que el proyecto de la SEP pretendía vincular el arte con el nivel básico de educación y contemplaba crear una especialización en educación artística.

Además mencionaba que existía en la SEP un Programa de Vinculación del Arte y Educación de Nivel Básico; sin embargo, después de la nota, nada se supo al respecto, dando por sentado que fue sólo una nota de prensa encuadrada en la endemia a que nos tienen acostumbrados.

En aquel momento, la noticia me llenó de entusiasmo por varias razones. Siempre he insistido en que es urgente dar vigencia al texto constitucional del artículo tercero que señala: "La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano" y para ello se requiere que cada niño sea atendido en las esferas básicas de su personalidad: la cognitiva, la afectiva y la psicomotriz, para lo cual es necesario que además del maestro o maestra del grupo -que debe atender la esfera cognitiva- los niños cuenten con maestros de educación artística y de educación física, amén de los especialistas para atender casos de dislalia, discalculia, escritura de espejo, dislexia, entre otras.

La Ley General de Educación establece en el artículo 7, Fracción VIII, que la educación que imparta el Estado tenderá a "...impulsar la creación artística y propiciar la adquisición, el enriquecimiento y la difusión de los bienes y valores de la cultura universal, en especial aquellos que constituyen el patrimonio de la Nación". Por lo tanto, existe el sustento jurídico para la formación de especialistas que se aboquen directamente al cumplimiento de estos objetivos en el nivel básico.

En el Plan de Estudios y Programas 2011, p. 59, aparece en Primaria el programa de Educación Artística y en Secundaria el de Artes I, II y III (Música, Danza, Teatro o Artes Visuales). En Primaria señala "...es indispensable abrir espacios específicos para las actividades de expresión y apreciación artística... porque (los niños) necesitan de momentos para jugar, cantar, escuchar música de distintos géneros, imaginar escenarios y bailar..." en Secundaria señala "...se busca que los alumnos amplíen sus conocimientos en una disciplina artística y la practiquen habitualmente mediante la apropiación de técnicas y procesos que les permitan expresarse artísticamente..."

¡Cuánta belleza! Pero la realidad es que la mentada carrera magisterial en arte no fue creada y a la fecha las escuelas siguen esperando que estos textos oficiales cobren vida y no sirvan solamente para engrosar la literatura gris de declaraciones oficiales que nadie cumple, nadie lee y nadie obedece. Mientras tanto, miles de especialistas en arte, educación física, y educación especial siguen formados en la fila que busca una oportunidad de ejercer en una escuela, pero también miles de plazas siguen comisionadas a holgazanes y simuladores.

La realidad es que las Normales Superiores y las Normales de Especialización que sólo recibían a maestros titulados abarataron su oferta al grado de que hay estudiantes egresados de bachilleres que cursan al mismo tiempo estudios en normales básicas y en normales superiores y especiales. La Especialidad en Educación Artística que impartía la Normal Superior fue cerrada a causa de no encontrar trabajo sus egresados; las licenciaturas en Educación Física que impartieron algunas Normales y la Universidad Pedagógica corrieron igual suerte.

En estos momentos en que se realizan los foros regionales para la implantación de un nuevo modelo educativo, no observo en las relatorías a que he tenido acceso en la página oficial, ninguna alusión a la educación artística, la educación física y la educación especial lo cual corrobora que una vez más serán colocadas en una posición marginal, fortaleciendo la errónea idea de que se debe privilegiar las matemáticas, las ciencias y el lenguaje, dejando en un lugar secundario el arte, el deporte y la pedagogía especial.

Se sigue pensando que estas áreas formativas son asuntos menores, incluso prescindibles, que son temas emotivos, poco reflexivos y que no contribuyen al desarrollo integral de los niños, cuando en realidad, muchas de las formas de pensamiento complejas (Morin) se forman con base en experiencias artísticas y psicomotrices. No tengo que insistir en que el arte es una de las manifestaciones más elevadas y bellas de la actividad humana; junto con la educación física y la educación para la salud (también borrada del currículo, si se hubiera conservado no estaríamos implementando campañas contra la obesidad) son esenciales para el desarrollo integral de las personas.

Nadie duda que el arte y el deporte cultivados desde la niñez contribuyen al desarrollo cívico, ético y estético; no exagero cuando afirmo que el arte, el deporte, y las actividades manuales dentro de los planes de estudio, no son espacios de desecho sino recursos imprescindibles para fortalecer los espacios curriculares cognitivos y sobre todo, caminos seguros para la formación de personas sensibles, sólo así aspiraríamos a tener políticos cultos, con visiones humanas, interesados en el bien común, estadistas en vez de barbajanes.

El arte, no es sólo el quehacer de los consagrados, está vigente en los posters, en los graffitis, en la publicidad, en la camiseta de los futbolistas, en el performance, en el verso callejero y en la música popular.
Ojalá que los foros sirvan a México, para que emulando a la Alemania de la posguerra, cuando el gobierno se dio cuenta que tenía que dejar las formas ortodoxas de educación y generar formas más expresivas y sensibles, no tuvo duda en crear las escuelas libres de arte como una forma de aceptarse ante el mundo. Oremos porque de una vez por todas, este nuevo modelo educativo recupere el arte et al para que nuestro país abone a la deuda que tiene con la niñez y la ciudadanía.

Yo como el poeta, estoy convencido que ante un cataclismo, si sobreviviera un solo artista, sería suficiente para que el mundo renaciera.