HORIZONTE CIUDADANO
PAN crudo
Rosa Esther Beltrán Enríquez

Saltillo.- Después de una artificialmente larga y costosa campaña, que pagamos los ciudadanos, los panistas por fin reeligieron al presidente de su partido. ¿Para qué una campaña tan larga cuando se trataba de la decisión de sólo  271 mil 563 militantes de este partido? ¡Sepa, dijo aquél!

Armaron mucha alharaca después de haber perdido su oportunidad histórica  de haber ganado en paz una elección presidencial y después de haber gobernado 12 años, ahora se disputan los despojos.

Conste que no soy pro panista y menos simpatizante de Gustavo Madero,  no obstante, sí celebro que haya perdido el candidato de Felipe Calderón y que el panismo de la otra facción coma tacos de cordero, porque hasta ahora, pocas formas de ejercer el poder sexenal federal habían hecho tanto daño a este país como el calderonista, que llegó falto de legitimidad, con el “haiga sido como haiga sido” y sumió al país en un baño de violencia y de sangre; porque no se puede ignorar que fue una administración dañina a la democracia y a los derechos humanos de los mexicanos.

Tampoco puede desconocerse que el triunfo de Madero es también una victoria de Enrique  Peña Nieto porque el reelecto presidente panista ha sido un colaborador  probado de Peña desde que se instauró el Pacto por México y sobre todo en la Reforma Energética y en la político electoral; el PAN dirigido por Madero se ha mostrado en extremo complaciente con el priísmo, lo cual no extraña, es una historia que conocemos desde que se inauguró el amasiato de Carlos Salinas de Gortari y Diego Fernández de Ceballos con el que PRI-PAN se erigieron como mellizos de la política neoliberal.

Lo dijo Ernesto Cordero en su campaña, Madero convirtió al PAN en un partido de oposición complaciente con el gobierno de la República que  aplaude, en lugar de cuestionar, defiende, en lugar de criticar, firma acuses de recibido, en lugar de proponer, los contendientes se atacaron por priistas, enseñaron el cobre.

Ante los resultados de la elección interna los propios panistas lo denuncian:  Luis Santos de la Garza, decano panista neolones manifestó: "Se apoderaron los piratas de la nave y la conducen a un destino distinto para el que fue construida". Por su parte el ex Gobernador de Nuevo León, Fernando Canales, dijo que Madero no cuenta con el perfil que necesita el partido, pues no sólo no ha actuado contra la corrupción, sino que la propició, toleró y se alió con quienes la practican, por si algo faltara, la ex candidata a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, aseguró que Madero está obligado a actuar ante las denuncias de corrupción que se han hecho públicas, en las que se vincula a sus colaboradores con los moches y casinos; las voces de casa cuentan, se supone.

Es difícil pensar que la militancia panista exija en serio a su presidente un viraje en la política de su partido de manera que se muestre no como un partido sumiso que recoge las migajas que caen de la mesa del peñismo, sino como un verdadero opositor que denuncia y descobija lo peor del poder priísta, parece que eso es pedir imposibles; el “diálogo” PRI-PAN se consolidará y la imagen del PAN, que lo presentaba como un partido asociado con los valores de honestidad y democracia seguirán siendo cosa del pasado.

Limpiar la imagen de corrupción interna que los contendientes panistas de la elección del domingo pasado se empeñaron en evidenciar es un reto en el que estarán en juego los resultados de las elecciones del año próximo y un desafío mucho más grande para las del 2018, esto si quieren abandonar el estigma de la elección de 2012 que los arrinconó en un 3er lugar electoral.

 La lucha por lograr un país en el que la política tenga mejores pesos y contrapesos, mejores contrapropuestas que las que salen de los Pinos se vislumbra como una utopía si el país no cuenta con una oposición de derecha y de izquierda comprometidas con la ciudadanía, antes que con la voracidad de acumular más y más dinero.