Potencia mundial
Hugo L. del Río

Monterrey.- En Washington y Pekín están muertos de miedo, en tanto que un tsunami de alegría corre desde Guatemala hasta el Cabo de Hornos. Enrique Peña Nieto ya se decidió. México será una gran potencia mundial, comprometida, además, con el desarrollo de Iberoamérica. Ya jodimos. El año pasado nuestro crecimiento fue de 1.1 por ciento y en este catorce, cuando mucho subirá a 2.7 por ciento.

No se desanimen, aztecas: Videgaray, el secretario de Hacienda, promete que en el 015 subiremos al cinco por ciento. Todo es posible en un país como México donde, EPN dixit, vivimos en “una democracia madura” y dentro de un “Estado de Derecho”. Es verdad que muchas indígenas siguen pariendo en los escalones o, si bien les va, en los sanitarios de los hospitales donde les niegan atención. Cierto que Pemex perdió el año pasado nueve mil 200 millones de pesos, lo que obliga a importar el 50 por ciento de la gasolina y el 30 por ciento del gas que se consume.

Ni siquiera el jefe de Prensa de Peña Nieto puede negar que hay 52 millones de pobres que se acuestan sin cenar y se levantan sin tener para el desayuno. El propio mexiquense tendrá que aceptar que el 95 por ciento de las empresas mexicanas emplean a menos de diez personas. Pero, dicen los que dicen que saben, las Pymes absorben más mano de obra que los corporativos. Si el hambre no nos mata de aquí a 2015, saldremos del páramo de la miseria para entrar en el paraíso terrenal creado por el cártel globalizador.

Lula, el ex Presidente de Brasil, desmiente a Peña Nieto: los indicadores económicos de México son peores que los de Brasil, señala el ex obrero metalúrgico. Ya sabemos que los políticos viven de decir mentiras. Pero el jefe del Estado mexicano de plano no se midió cuando en Madrid soltó de su ronco pecho la fantástica humorada de que el Pacto por México se inspiró en el Pacto de Moncloa, que en 1976-77 permitió a España enterrar al fascismo y entrar en la democracia.

Además, no olviden, queridos lectores que, según estudios internacionales, somos el pueblo más feliz del mundo: aprendimos a vivir sin comer a condición de que el Sistema nos regale futbol y telenovelas.

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Alejandra Sota, quien fue portavoz del ex Presidente Felipe Calderón, vivía en un departamento de la colonia Del Valle. La defeña. Claro. Ahora es dueña, en el exclusivo sector de Bosques de las Lomas, de una casa que costó seis millones 700 mil pesos. La compró con los ahorritos de su modesto sueldo, dice. Menos hipócrita, Hilario Ramírez Villanueva, ex alcalde de San Blas, Nayarit, aceptó en público y permitió que se grabara en video su declaración de que “sí robé, pero nomás un poquito”. Hilario tiene una demanda por un desfalco de veinte millones de pesos pero, cínico y tonto, aspira a ser nuevamente presidente municipal del sufrido puerto. Este es tu país, mexicano. 

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