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1598 11 Junio 2014

 

El preciso ya entregó NL al PAN
Hugo L. del Río

Monterrey.- En realidad, la caballada no está flaca. Otra cosa es que los partidos gemelos, PRI y PAN, hayan arreglado una concertacesión, cosa que ya hemos visto en este México lindo y querido. Esto de hacer pronósticos es asunto de algo riesgo. Pero, como dice mi tocayo, el actor australiano Hugh Jackman, no hay que tenerle miedo ni al fracaso ni al ridículo. Y, pues, va de nuez. Tal vez Enrique Peña Nieto ya negoció entregarle Nuevo León al partido blanquiazul.

El preciso le ha estado haciendo propaganda favorable a nuestro estado. Hasta llegó a decir la barbaridad de que el crimen, tanto el organizado como el desorganizado, se está batiendo en retirada ante la irresistible ofensiva de las fuerzas del orden. Poco le faltó para agregar que los azules de Fuerza Civil ya aprendieron a manejar.

Nuevo León tiene rato de ser uno de los motores económicos de México. Servicios financieros muy superiores a los de otras entidades; universidades con un nivel bastante aceptable; una estructura médica y hospitalaria de Primer Mundo; centros proveedores de servicios y refacciones; una mano de obra disciplinada y laboriosa; buenas comunicaciones por tierra y aire y, a tiro de piedra, Texas y Tampico. Lo que a los globalizadores parece interesarles no es que el PRI gobierne a los nuevoleoneses, sino que los empresarios extranjeros inviertan aquí sus centavitos.

Hoy, aquí, la aplanadora no es el PRI, sino Acción Nacional. Mauricio y Madame Vuitton son los punteros y no se ve por ningún lado algún priísta que les pueda cerrar el paso. Los nuevoleoneses, y en especial los regiomontanos, somos masoquistas. En tres elecciones consecutivas les hemos dado el triunfo a candidatos azules quienes, ya instalados en el palacio de cristal, han competido entre sí para poner en claro quién tiene mayor capacidad para destruir a Monterrey.

Pero, vamos  por partes, como decía Jack el Destripador. Ildefonso Guajardo es el delfín de Enrique Peña Nieto… hasta el momento. Guajardo sería el candidato ideal para el sacrificio en el altar de la concertacesión. Se guardan las formas y el preciso cumple su compromiso con el secretario de Economía. Héctor Gutiérrez de la Garza sería mejor candidato y tenemos derecho a esperar que haría un buen papel en el palacio de cantera. Es más inteligente que Mauricio y Sor Margarita juntos; tiene un mayor acopio de experiencia y le sobra colmillo político. Si de cuestión de género se trata, Marcela Guerra es una combativa amazona quien supera en todo a la llavera del Señor Jesucristo: menos en prestancia. 

Pero lo básico: en México es peligroso tener una sobrepoblación de neuronas: la inteligencia es un activo a la baja. Además, nuestra sociedad se deja deslumbrar fácilmente por el desenfado de Mauricio y el atractivo físico de la alcaldesa, güera, además, lo que es muy importante en este país de mediocres y acomplejados. Entre el sampetrino valemadrista y la rubia que se operó no sé si las cejas o las pestañas, apuesto a que Mauricio haría mejor papel. Entre otras cosas, es tan rico que no necesita robar. 

Acción Nacional ganaría limpiamente las elecciones. Pero la política es como un gran río alimentado por numerosos afluentes. ¿Y qué tal si no existe un acuerdo entre los dos partidos? Peña Nieto ofrece el perfil del PRI de hace veinte años: autoritario y mañoso. Como Jalisco: nunca pierde y cuando pierde arrebata. Guajardo podría ser gobernador porque así lo decidió el que manda. Esto, al margen de los votos. 

hugoldelrioiii@hotmail.com

 

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