Inventores insignificantes
Eloy Garza González

San Pedro Garza García.- David Karp, un joven delgado y físicamente insignificante vendió a Yahoo su plataforma Tumblr, por 1.1 mil millones de dólares. A la aplicación de Karp se le calcula un valor neto de menos de doscientos millones de dólares, y hace unos años apenas facturaba 13 millones. ¿Y para qué sirve el mentado Tumblr? Casi para nada: guarda sitios web que pueden leerse después. Se trata de una red de blogs (la mayoría pornográficos) que ha seducido a 108 millones de blogueros.

Los nativos digitales viven bajo la bandera de “no me digas cómo hacerlo”. Y nadie mejor que David Karp para demostrarlo: este joven amateur, apenas un diletante de la programación, aprendió de sus demás compañeros de generación el lenguaje computacional. En su caso, ha pasado de “no me digas cómo hacerlo” a “lo hago a mi modo, perchè mi piace”.

El ahora multimillonario es hijo de un matrimonio disfuncional, sus padres se divorciaron cuando él era niño, y acabó por abandonar la escuela: desde los 15 años no ha vuelto a pisar un aula. ¿Mérito o suerte de autodidacta? ¿Están este tipo de geek cambiando el mundo o sólo cambiando la lista de nuevos millonarios?

En esta historia alucinante un jovencito llamado David Karp, molesto porque ninguno de los servicios de blog ofrecían opción de microblogging, incubó la poco original idea de crear su propia herramienta digital.

La ocurrencia le hizo ganar 1.1 mil millones de dólares y un espacio en la galería de los magnates de los medios alternos. Qué envidia.