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1647 19 Agosto 2014

 

ESTADO DE LOS ESTADOS
Salario miserable
Lilia Arellano

Cancún.- Siguen levantándose voces que advierten que elevar los salarios mínimos sería contraproducente. Quienes los perciben, que son millones de mexicanos, porque es la base de sus ingresos, misma que se complementa en algunos casos con otro tipo de percepciones que bien pueden ser comisiones, bonos, pago de transporte, comida, vales de despensa, etcétera, es obvio que muestran su inconformidad y que se lanzan en contra de quienes emiten más y más disposiciones que consideran en contra.

Este asunto bien merece que nos traslademos hasta lo que la Constitución señala como derechos de los mexicanos, mismos que tendrían que ser garantizados con ese salario mínimo que en estos días es una mera referencia para el pago de multas, penalidades, fianzas y otros que nada tienen que ver con la subsistencia diaria.

A la opinión que al respecto al emitido empresarios, comerciantes, industriales, los propios sindicatos se ha unido la de Agustín Carstens y otros funcionarios del gabinete económico con la advertencia de que tal incremento sería inflacionario y ¿por qué no dicen lo mismo cada mes que elevan el precio del combustible y que tal medida se ha venido reflejando en los precios de todos los productos? ¿acaso el cobro que por estos días han hecho del consumo de energía eléctrica no produce el mismo efecto si, como se sabe, es vital esa utilización en todas las ramas? ¿a lo que han llevado al diesel, a ese precio que es absurdo cuando este combustible se utiliza para el campo, para la industria, para el transporte de carga, no produce inflación?

Habrá que percatarse que en el caso del diesel, este combustible es en el presente más caro que la gasolina Premium, la que usan los autos de lujo y ¿las mediciones y esos porcentajes que nos dan como reporte inflacionario son ciertos, tendrán siquiera un punto de veracidad cuando de una semana a otra los productos que se adquieren para la vida diaria se incrementan mínimo en un 5 por ciento o más? Ni que decir de una referencia que es más clara que ninguna otra: un kilo de tortillas, de la comida básica del mexicano, de la que sirve para llenar el estómago a falta de un trozo mayor de carne o de otra pieza de pollo o para “sopear” algún guiso o acompañar los frijoles con chile, cuesta más que un litro de gasolina y ¿eso que es: inflación, desconocimiento del mercado; incompetencia; negación de la realidad; incapacidad o valemadrismo gubernamental?

Ahora bien, es claro que el solo incremento del salario mínimo aún y cuando se cuadriplicara o quintuplicara o póngale la cantidad que se le venga a la mente, no solucionaría absolutamente nada, tampoco se incrementaría el consumo, ni siquiera podría decirse que viviríamos mejor salvo el primer día en el que el sobre se viese más abultado, con más billetes o la cuenta más enriquecida. La razón es que con el mismo porcentaje o tal vez mayor todo se incrementaría y la situación pasada la euforia sería exactamente la misma con las consecuencias que traería en un primer momento, mismas que se producirían al contar los patrones con un argumento innegable para deshacerse de los empleados con mayor antigüedad y así limpiar sus respectivos pasivos laborales.

Y la razón es sencilla, el gobierno carece de controles para darle a la población, para acercarle de nuevo, un poder adquisitivo que realmente le permita vivir dignamente. Reprochable es que siendo un tema tan delicado en el que los gobernantes que juran ante la Constitución cumplir con cada uno de sus enunciados se muestren tan indolentes –lo cual ya es un claro aviso de que nada de lo que se promete, se dice, se asegura, se argumenta, será realidad-, se permita que el tema se convierta en manzana de la disputa entre los partidos políticos para hacerse de seguidores, para intentar recuperar a todos los que han perdido. A diferencia de lo que se registra en muchos otros países en el mundo, el nuestro va en franco y abierto retroceso y, con o sin reformas estructurales, lo cierto es que no se ve ningún rescate ni en el futuro inmediato y, por desgracia, ni siquiera en el de largo plazo.

En nuestros días ni la izquierda es izquierda, ni la derecha, derecha. ¿Qué priva entonces? Ante la carestía, la hambruna, el desempleo, nadie puede darse el lujo de envolverse en cualquiera de estas ideologías por lo que es el reinado del pragmatismo y, de él, tal parece que tampoco las autoridades actuales y las organizaciones dedicadas al ejercicio político entienden. Argumentos y discusiones sobre lo que ha provocado esos escenarios sobran, lo que faltan son estrategias para salir de esta crisis que va creciendo día a día. Nombres también sobran y culpables desde que inició no faltan, algunos ex presidentes vivos, otros muertos. Solo que hay un mandato en el presente al que se le debe exigir  no más retroceso.

Si todas esas leyes que han autorizado, si los números, las estadísticas, la globalización, la incorporación a los grupos de emergentes, la firma sin tregua pero también sin ton ni son de tratados comerciales, la apertura a todos los mercados, el respeto a la ley de la oferta y la demanda, las reformas como la laboral y la fiscal, hubiesen tenido una dosis de éxito, no se registrarían por decenas de millones los mexicanos en condiciones miserables, mucho menos existiría el desempleo en el porcentaje que se reporta, tampoco tendríamos esa inseguridad que nos ha tornado en una sociedad temerosa, las filas de los malosos, de los  narcos, de los asesinos a sueldos, de los tratantes de blancas, de los contrabandistas, no se hubiesen engrosado de manera tal alarmante. O sea que si nada de eso ha servicio para que los ciudadanos vivan mejor y mantengan vivas sus perspectivas de desarrollo y éxito ¿debemos de aplaudirlas o será mejor hacer reclamos muy serios?

Si los avances tecnológicos, las incorporaciones satelitales, la comunicación inmediata, registrara mejores estudiantes, profesionistas de mayor éxito con desarrollo internacional, reserva e incrementación de valores, respeto a los derechos de privacidad, mejor manejo del lenguaje, enriquecimiento cultural, etcétera, ya estuviera nuestra sociedad transformada en positivo, con valores firmes e irrenunciables. Pero no, las aperturas a tontas y a locas en un país en donde de nuevo existe el analfabetismo, en el cual se decreta que no debe llamarse la atención a los niños en las escuelas porque provienen de hogares disfuncionales y, por lo tanto, deben ser remansos de paz en lugar de templos del saber, tienen sus consecuencias y las estamos viviendo en el peor de sus órdenes.

Por una y mil razones es que durante mucho tiempo se tuvo animadversión marcada hacia los economistas y más aún si estos se desempeñaban en las áreas de gobierno en las cuales lo que primero se les ha ocurrido es incrementar el precio de los servicios que le prestan a la población. Pagar un acta de nacimiento es un lujo, igual sucede para lograr una boda, el acta de defunción, la tenencia, las licencias tanto de construcción como las de apertura de comercios o las de manejo, las placas de los vehículos, etcétera. La llamada tecnocracia se respaldó en un fallido intento de manejar al gobierno como si se tratara de un empresa, solo que nunca han generado ninguna utilidad sino todo lo contrario, año con año incrementan el porcentaje deficitario con el que trabajan, sin mencionar que el endeudamiento también es la otra parte negativa que va creciendo.

La fórmula pragmatismo-corrupción nos está hundiendo.

SINGULAR TRANSPARENCIA
Sigue la presentación de información que como es de relevancia para la ciudadanía porque revela cual es el futuro que le espera en total y plena opacidad. El Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos ha determinado que el documento enviado por PEMEX para dar cumplimiento a la Ronda Cero, es decir a los campos que le fueron asignados para la exploración queden reservados durante un año por su contenido lleno de “secretos industriales y comerciales”. Pero, también quedan reservados durante 12 años los que se refieren a la ubicación, naturaleza, características y contenido de instalaciones estratégicas, y ductos de transporte de petróleo y demás hidrocarburos. Incluyen, además, lo referente a la programación de las actividades a desempeñar tanto en la exploración como en la explotación.

O sea que ya no se tendrán elementos para determinar si ese gigantesco porcentaje que se apartó la Secretaría de Energía para entregarlo a Pemex tiene en verdad alguna validez frente al mínimo otorgado para la explotación de la iniciativa privada. Son dos periodos presidenciales y prácticamente los dos primeros años de un tercero lo que garantizarán la llegada, la creación, la formación de nuevos millonarios, de capitales que nada tendrán que ver con la disminución económica y social que envolverá a millones de mexicanos. Esta opacidad es alarmante tratándose del renglón que ha sido sostén del presupuesto público, de un bien que no es renovable, de un patrimonio que todavía no vemos hasta donde llegará en su entrega y en el daño que esto causará no solo en el presente sino en el futuro.

Pero estas acciones que contemplan las firmas de asociaciones, de concesiones, de contratos de toda índole sin bases firmes, sin porcentajes fijos en la realización de actividades iguales o de exploración y explotación, con una imposición tributaria diferente para cada caso, no se limitan al área petrolera sino que también van por la eléctrica y, para estas asignaciones directas que tendrán disfraz de licitación tienen contemplada una inversión de 5 mil millones de dólares, cifra que se advierte han procurado juntar elevando hasta en un 500 por ciento el cobro por el servicio tanto en los hogares como en los establecimientos.

Se trata de la construcción de cuatro gasoductos, tres centrales termoeléctricas, la rehabilitación y modernización de una central hidroeléctrica y ocho proyectos de líneas de transmisión y subestaciones. Habrá con otros más de 3 millones de dólares obras referentes al gas natural y, en ellas, como en el caso del petróleo, la lista de quienes se verán beneficiados contiene firmas extranjeras en mayoría y de los ricos de Forbes en asociaciones que, con mucho temor, incluyen al zar de la telefonía y a los de las televisoras. Dicen que con estas obras se logrará disminuir el precio de la energía eléctrica y también el de las gasolinas, aunque lo que hoy vivimos demuestre exactamente todo lo contrario.

Porque más tarde que temprano sabremos que lo de disminuirle la carga fiscal a PEMEX y a la CFE para hacerlas empresas competitivas es otro engaño. Según el subsecretario de Hacienda, Miguel Messmacher, con la reforma energética las arcas públicas verán disminuir sus ingresos en 90 mil millones de pesos que dicen podrían ser compensados con los impuestos generados por nuevas empresas del sector o por otras actividades que se realicen en la petrolera que ha dejado de ser paraestatal. Pero, si no se alcanza a cumplir el relleno de ese boquete pondrán en marcha mecanismos como el cobro de un dividendo extraordinario para ambas, o sea que de una o de otra forma, Juan te llamas.

Lo bueno es que para las gasolinas, en el 2018, ya tendremos un precio único. Eso porque resulta que cerca del 60 por ciento de ellas es de importación pero, dicen que en el 2015 se moverá un modelo donde se tendrá un precio máximo para no llegar a la adquisición del combustible un 75 por ciento más caro que en Estados Unidos. Y todo ello, ¿no es altamente inflacionario?

DE LOS PASILLOS
Amado Yañez Ozuna sigue gozando de plena libertad y muy gustoso recibió la orden del juez de que Pemex siga operando con Oceanografía, que cumpla con todos los contratos que, tuerto o derecho, le firmó. .. Según Emilio Chuayffet, todos los estudiantes recibirán su tableta y eso habrá que verlo y contabilizarlo porque por lo pronto a los de secundaria ya se las exigieron y a los Estados no ha llegado ninguna para su distribución. Ahora que si de discursos se trata el de don Enrique no tiene antecedente ya que señala que “por primera vez en la historia educativa del País, cada comunidad escolar, es decir, maestros, alumnos, padres de familia y directivos podrán decidir cómo mejorar las instalaciones de su plantel y no realizar largos trámites burocráticos que impedían cambiar las cosas”. Y es que para este y los futuros ciclos escolares serán los padres los que se encarguen de pagar reparaciones, de darle mantenimiento a los planteles, de realizar ampliaciones por lo que en efecto no habrá trámites burocráticos se hará, hasta en las regiones más pobres, con el dinero de los progenitores. Sí, como no esperaba y menos aun pagando tantos impuestos ahora la asistencia a las escuelas y el tipo de plantel que se quiera es responsabilidad de los que ahí asisten, también la papelería, el escritorio de los maestros, los gises, los borradores, la oficina de la directora, etcétera. ¿No que no sería así?

Ejército, armada, Policía Federal, Gobernación, el SAT, Ferrocarriles dizque de México, los gobernadores de Chiapas, Tabasco, Campeche, Veracruz y Oaxaca, sobre los migrantes, los que vienen de Honduras, Guatemala y El Salvador, países en donde sus consulados tendrán mucho trabajo pues no piensan dejar a nadie sobre la bestia, sobre ese tren de la muerte. Todo esto con el único propósito de mantener contento al vecino del Norte, a Obama, para que no sienta que sus palabras para detener la migración no tuvieron éxito. Los números que habrá de presentar el afroamericano en su siguiente informe hablarán de la reducción de estas llegadas y celebrará que en los países de donde provienen los que buscan el “sueño americano” ya tengan trabajo y sus necesidades resueltas. Medidas dictadas que nada tienen que ver con los derechos humanos, con protección o simplemente con buscar, primero, el interés nacional…

La Arquidiócesis Primada de México señala que son puras ilusiones, fantasías lo de las mejoras económicas para la población y vaya que ellos sí que son un buen termómetro, por aquellos de las aportaciones, de los diezmos, de las limosnas que cada día se ven más y más disminuidas. Las reformas tardarán años en rendir algún fruto, advierten… Cada vez que llueve o graniza en la capital de la República saltan a la vista todas las corruptelas del gobierno local ya sea a través de las alcantarillas con calles y avenidas inundadas o con la incapacidad que tienen de hacer sonar alarmas que adviertan a la población de llegadas, de presencia de azotes de la naturaleza. No son capaces ni siquiera de informar sobre la circulación para evitar congestionamientos que se mantienen por horas…

Ahora intentan sembrar un nuevo terror con la posibilidad de que llegue el ébola, mismo que ya ha sido catalogado como epidemia por la Organización Mundial de la Salud desde donde han expedido toda clase de medidas para que los países tomen sus precauciones. En México, por lo pronto y particularmente en los aeropuertos, dicen que ya tienen implementado todo un cordón de seguridad y nos preguntamos una vez más ¿será cierto? Porque inexplicablemente el gobierno le entregó a la iniciativa privada con el añadido de extranjera, la seguridad en las terminales aéreas y en las revisiones no se ve a un solo elemento con la capacitación, con la preparación para la realización de esas labores que son de seguridad nacional o sea que no es cualquier cosa. Quienes ahí laboran además de carecer de formación no tienen criterio, tratan a los viajeros muy mal, tienen aprendidas unas frases que repiten cual disco rayado y no puede ser de manera distinta si la mayoría de ellos una horas antes de ser contratados por EULEN o sus filiales, despachaban tal vez en un Vips, o estaban en intendencia en alguna empresa de limpieza. Cuando las medidas lleguen al extremo de comprar vacunas y medicamentos, ya sabremos de quién o quiénes fueron los negocios.

 

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