Suscribete
 
1657 2 Septiembre 2014

 

 

MALDITOS HIPSTERS
El fantasma de un periodista
Luis Valdez

Monterrey.- En estos días es delicado y necio hablar del Fondo de Cultura Económica y su programa especial con EPN como invitado. Hubo comentarios obvios, que provocaron escritos de cuestionamiento y luego opiniones prejuiciosas. Esto es lo que me toca. Sabemos que todo servidor público expone su imagen a diario. Desde sus declaraciones a la prensa hasta sus apariciones en programas de radio o tv. EPN sostuvo una charla con periodistas que, todos lo sabemos, no son ni los mejores ni los más polémicos del país.

Muchos hubieran querido ver en un programa donde hay periodistas frente al presidente de la República, a Carmen Aristegui y sus cuestionamientos emocionantes, a Ferriz de Con, antes de que la propia empresa donde trabajaba divulgara una grabación con su amante, o al papá Krauze historiador, en lugar de uno de sus cachorros, que tiene como bestseller un par de libros sobre monstruos y leyendas.

Hubo un resbalón, cuando se menciona: “los convoqué a esta reunión para…”, y con eso algunos periodistas no invitados, aprietan sus dedos al sujetar la pluma o comienzan a teclear un archivo de Word en su computadora.

Jesús Silva Herzog reclama a una editorial, porque ésta tiene una honorabilidad qué proteger y además edita varios libros de su abuelo, que son clásicos en la bibliografía de los mexicanos. Es decir, que la personalidad de una editorial de culto, como lo es el Fondo de Cultura Económica, no esté en juego y quede mal parada, que no se exhiba, que no se arriesgue a verse mal, justo ahora que cumple 80 años de haber sido creada con fines nobles.

¿Y qué sucede después? Un artículo de opinión de Leo Zuckerman sobre si todavía se justifica la existencia del FCE, calificándole como un proyecto fuera de tiempo y lugar, con una bibliografía que “ya no es una necesidad”, como en los tiempos de Cosío Villegas y cuya temática y precios van más dirigidos hacia la clase media alta que hacia el total de los mexicanos.

Pero ahí va lo divertido: los comentarios de los lectores de Zuckerman fueron contundentes al darle una arrastrada marca diablo, defendiendo que no por ser labor de institución pública se debería cerrar, porque eso sería coartar la cultura de todos. Alguien más agrega que los libros infantiles sí son de los más baratos en el mercado, frente a las colecciones infantiles de las editoriales comerciales. Y eso me consta. Hay libros desde los 37 pesos, nuevos, envueltos en su plástico.

¿El FCE se la está jugando? Claro que se la está jugando, pero es un gaje del oficio. Que si la existencia del FCE es o no necesaria, por supuesto que es necesaria, porque cualquier aportación a la cultura es vital. Los cuestionamientos de Silva Herzog son obvios de un periodista que tiene olfato para cuestionar. En cambio, la opinión ególatra, castrante y necia de Zuckerman, sólo son necedades de alguien que tiene asuntos personales bajo la manga. Un periodista que ha dejado de serlo, y ahora deambula penosamente por los periódicos como un fantasma de lo que debería ser.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

15diario.com