El Bronco y el movimiento ciudadano
Roel Guajardo

Monterrey.- Aun y cuando México vive bajo un régimen de partidos políticos, los ciudadanos han buscado diferentes vías para expresarse, han construido una gran cantidad de organizaciones sociales y movimientos ciudadanos para participar en la vida pública del País.

Nuevo León es ejemplo del movimiento ciudadano que busca estar representado en las decisiones del Estado. Cada organización ciudadana emerge para alzar la voz de sus necesidades, para trabajar por el bien común de la sociedad, para decirle al gobierno que están desatendidos en sus espacios naturales, que faltan políticas públicas que cubran los requerimientos de distintos sectores sociales.

Los ciudadanos nos organizamos porque sentimos que falta un gobierno que atienda y represente los intereses de la sociedad, que se preocupe, vea y esté cercano a la gente. Que trabaje con ella y por ella.

Ante el desaliento y la decepción de las experiencias y acciones de gobierno de los partidos más grandes y viejos, el movimiento ciudadano se está multiplicando, extendiendo, posicionando y busca nuevas opciones para empoderar a los ciudadanos, pero actualmente está disperso para alcanzar su objetivo.

Las organizaciones y el movimiento ciudadano requieren de un líder que le dé cuerpo, forma, sistematicidad, organización y la fuerza necesaria para tomar el gobierno.

El movimiento ciudadano necesita del carácter, la firmeza, la experiencia y del ánimo que contagia de Jaime Rodríguez (El Bronco), para que sume el esfuerzo de todos en un solo proyecto.

El movimiento ciudadano de Nuevo León con el arraigo, el carisma y el manejo de Jaime Rodríguez Calderón, tiene la oportunidad histórica de hacer realidad que las acciones de gobierno lleguen a la gente, que las políticas públicas del Estado las diseñen y las operen los ciudadanos.

Estamos en el momento más importante y oportuno del proceso para decidir el futuro de Nuevo León; en el movimiento ciudadano requerimos del liderazgo de Jaime Rodríguez Calderón, para cambiar a un gobierno de ciudadanos. Para construir un gobierno de y para todos.