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1718 26 Noviembre 2014

 

 

Posible provocación
Samuel Schmidt

 

Ciudad de México.- Enrique Peña Nieto tiene razón en denunciar que hay una conspiración contra su administración, porque es difícil llamar gobierno a lo que está haciendo. La cuestión consiste en determinar de dónde viene ésta, porque bien visto, pueden haber varias provocaciones que alguna mano está manipulando para que coincidan.

Bueno, esta es la versión paranoica que tanto le gusta al mexicano promedio, que cree que solamente una mano mece la cuna, porque puede haber varias manos. Empecemos por lo más fácil.

La casa blanca. La primera dama Angélica Rivera hizo pública su nueva casa, la que supuestamente está pagando con el producto de la pasión de su actuación. Es difícil creer que la televisora la haya compensado con una cantidad tan impresionante por los cinco años que no trabajaría, considerando que nunca fue una actriz reconocida. Si la compensación equivale a lo que hubiera producido, ¿cuánto debió haber ganando Televisa con el trabajo de una actriz muy guapa pero mediana, actoralmente hablando?El arquitecto la presumió para mostrar su trabajo, buen marketing.

La pregunta que Aristegui debe responder es quién guió la investigación, porque la información estaba muy bien oculta, porque en el registro público de la propiedad, el nombre de ella no aparece. ¿Fue fuego amigo?; Peña debe saber que aparte de presumir el despilfarro, él reclama que le tiraron el golpe, y sería muy útil para la salud democrática del país, que nos diga quién busca destruir su ya de por sí maltrecha reputación.

La amante y el hijo. Justo en el momento que estalla el escándalo de la casa, la amante decide salir a los medios y contar su relación de años con Peña, da detalles íntimos y reconoce la existencia de un hijo, que nace mientras él estaba casado. ¿Acaso la mujer se está sumando a los complotistas que usan el dato de la casa?, ¿o es un coraje porque le recortaron la pensión alimenticia de 200 mil a 40 mil mensuales, según lo dice en la entrevista que concedió.

Ayotzinapa. Este caso es más complejo, porque va mucho más allá de que alguien en México crea que puede desaparecer a 43 personas y no pasa nada, o que en este caso pasa mucho. Aquí esta involucrado el crimen organizado, que bien pudo haber creado un gigantesco distractor para seguir con su negocio. Ahí puede andar la mano de varios cárteles, como respuesta frente a la escalada del gobierno contra su pequeño imperio. Pueden estar involucradas fuerzas políticas que piensen sacar ganancia del caso. Los anti AMLO de siempre lo culpan a él, otros sugieren que es la guerrilla que puede lanzar una escalada desde Guerrero para hacer avanzar la revolución, pero bien podría ser el PRI, que por medio de la maniobra descalifica al PRD para arrebatarle el estado. Es tan fuerte el caso que el PAN ya llamó a aliarse con el PRD para cerrar la puerta del retorno del PRI. El factor no considerado es que el problema se desbordó nacional e internacionalmente; esto dejó de ser un enfrentamiento entre policías y ladrones, o de ladrones con ladrones, porque se agredió a los estudiantes, último reducto de preocupación de las buenas conciencias.

El IPN. Una de las últimas funcionarias del calderonato actuó con torpeza y se le alebrestaron los estudiantes, solamente que el conflicto también se salió de madre (cauce) y creció, arrastrando consigo a estudiantes que buscan avances, aunque sean pocos, en la democratización. Y el conflicto se pegó con Ayotzinapa, cosa que nadie previó. ¿Alguien está influyéndo en el Poli para que el conflicto se extienda? Si el gobierno fuera menos torpe, se habría terminado hace semanas.

La UNAM. La UNAM se había mantenido al margen del conflicto del Poli, los actos de solidaridad eran mínimos. Pero un buen día la policía entra a Ciudad Universitaria, La Jornada sugiere que acompañada con funcionarios de la rectoría, para con el pretexto vanal de recuperar un celular se encaminan al auditorio Che Guevara y le disparan a un estudiante, anarco o lo que sea. Esto le da gasolina al rector Narro para recuperar su incontinencia verbal y tratar que los eventos no lo rebasen en su carrera desesperada por brincar al gabinete presidencial. ¿Quién montó la provocación que buscaba ampliar el conflicto estudiantil? Destaca el provocador descubierto que estuvo cerca de la puerta incendiada en Palacio Nacional.

Un capítulo aparte merecen los anarcos. ¿Están ligados a la guerrilla?, ¿están pagados por alguien?, ¿por qué no perturbaron las manifestaciones del Poli? ¿O será que no hay anarcos y alguien mueve porros muy bien entrenados para perturbar el orden público cuando hace falta? ¿Quién maneja estas provocaciones licenciado Peña?

El gobierno parece apostar al puente Guadalupe Reyes, que podrá adelantarse, para que se diluyan las protestas, pero, ¿qué tal si las vacaciones no matan la rebelión?

 

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