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1805 27 Marzo 2015

 

 

MUROS Y PUENTES
Epítetos para Ted Cruz
Raúl Caballero García

 

Dallas.- Ultra conservador. Radical de derecha. Antiinmigrante. Intransigente con todo lo que tenga que ver con Barack Obama, con todo, es un extremista total cuando se trata de rechazar al (y a las políticas del) primer presidente afroamericano demócrata.

Esos epítetos lo caracterizan y lo han hecho uno de los favoritos del Tea Party –ese tajante segmento de la derecha que dicta el rumbo del Partido Republicano– y, seguramente afianzado en ello, Ted Cruz se autodestapó esta semana como aspirante a la Casa Blanca.

Ted Cruz –nacido en Canadá y nacionalizado estadounidense– primero por Twitter y más tarde en un discurso en la Liberty University, of course, catalogada como muy conservadora, anunció que está compitiendo para presidente.

Cruz, senador republicano por Texas, es el primero que se lanza por la nominación de su partido. Goza en las dos cámaras legislativas de esa imagen de “duro”, como de hecho se le conoce fuera de Washington, quiero decir a nivel nacional.

De inmediato aparecieron en las redes sociales y en los medios de comunicación tradicionales las reacciones de tirios y troyanos, entre los representantes de la comunidad latina y entre los dirigentes de organizaciones proinmigrantes se activaron los botones de alarma... Comentando lo anterior con un colega, risueño me soltó: “Ojalá sea Cruz el nominado republicano”.

Luego de puntos suspensivos coincidimos en que su rival tendría pavimentado el camino durante el proceso electoral. Y es que a un tipo con las feroces características de Cruz, a la hora de competir con la nominada demócrata (lo apunto en femenino porque todo indica que será Hillary Clinton), se le dificultará situarse más al centro, regla no escrita que todo candidato en campaña debe tratar de cumplir, ya que el dictamen de los votantes históricamente así lo exige.

Importa a gran parte del espectro de votantes que el candidato a elegir ofrezca un cierto equilibrio entre la derecha y la izquierda; es por ello que hasta la fecha se ha indicado que Jeb Bush tendría amplias oportunidades, pues el ex gobernador de Florida ha sabido alejarse de los ultras del Tea Party y es acaso el que más –entre los que se presume se lanzarán como precandidatos para la nominación– se ha ubicado en una moderación ideológica que le permite aspirar incluso por votos latinos.

Cruz es abogado por Harvard, tiene 44 años, es el primer precandidato que quiere la nominación republicana; se espera que se lancen varios más, cuyos perfiles se comentarán a medida que se vayan calentando las campañas para las primarias.

Desde ya sabemos que será una competencia en la que cada uno buscará demostrar que es el más duro y el más derechista y el más antiinmigrante; dejemos aquí a Cruz –quien por cierto en las encuestas si acaso aparece en último lugar, lo cual no indica que no vaya a poder remontar, en ese terreno todo es posible–, dejémoslo con su previsible agenda de gobierno: si Cruz llegase a ser presidente, reduciría las funciones del gobierno federal (esa acción es el cuchillito de palo del Tea Party); buscaría eliminar las iniciativas que Obama ha llevado a buen puerto, como la ley de salud y, por supuesto, las acciones ejecutivas que significan un alivio migratorio; buscaría cerrar a cal y canto la frontera con México, el muy canadiense; ah, entre sus promesas en el Liberty University está una lectura de la Constitución bajo principios religiosos; abolir el IRS, que es la agencia federal que recaba los impuestos; rechazaría el aborto y el actual sistema de educación básica (seguramente suprimiendo su estado laico); protegería la posesión de armas y, en fin, un nefasto etcétera.

Cruz podría recibir los votos del ala de la extrema derecha, pero no creo que mucho más. Coincido con mi colega: ojalá ganara las primarias, pero ese es un hipotético hecho demasiado bello para esperarlo. Con todo, mi expectativa es que el proceso electoral del 2016 deje a todos los Ted Cruz arremolinados en su propio extremo.

 

Escritor y periodista regiomontano, es director editorial de La Estrella en Casa y La Estrella Digital en Dallas/Fort Worth Texas. Para comentarios: caballeror52@gmail.com o rcaballero@diariolaestrella.com

 

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