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1805 27 Marzo 2015

 

 

Caso Aristegui explicado a niños
Eloy Garza González

 

San Pedro Garza García.- El despido de Carmen Aristegui de MVS Comunicaciones tuvo una finalidad empresarial: la recuperación de la empresa de la banda 2.5 Gigahertz (Ghz) después de varios años de litigio. El entonces Presidente Felipe Calderón se la había quitado y Peña Nieto se la regresó. Así de simple.

La familia Vargas adquirió esa banda de 2.5 Ghz desde hace 20 años, para otorgar servicios de televisión por microondas y lo convirtió en un proyecto empresarial de alto riesgo en aquel entonces, cuando nadie la quería: no llegaba ni de lejos a ser un modelo de negocio exitoso.

Ahora que la banda ancha se ha convertido en la manera ideal de transmitir datos en imágenes, audio y video, varios ofertantes poderosos se disputan este tipo de concesiones y la familia Vargas ya la tiene asegurada. Con esta banda en sus manos, sus inversiones en un noticiero ya les resultaba mínimamente redituable. En otras palabras, no ocupaban a Aristegui. Lo de Mexico Leaks fue un pretexto: esta plataforma independiente de denuncia le falta todavía mucho camino que recorrer para consolidarse.  

Si el poder político suele someter a las voces críticas para que no le ventilen sus trapos sucios, los empresarios despiden a las voces críticas por razones financieras y de expansión comercial. La asignación de frecuencia las había acaparado un oligopolio de concesionarios. A esta corte de los milagros se suma ahora MVS. Aristegui era un estorbo. ¿Cuándo no lo fue?

Durante el sexenio de Calderón, MVS peleó en todas las instancias legales la recuperación de esa frecuencia y ese litigio les frenó sus inversiones por más de seis años. La empresa ya no estaba dispuesta a desperdiciar la oportunidad de participar en el mercado digital y ponerse en sintonía con el desarrollo de los mercados hemisféricos.

Sin embargo, en esta expansión del modelo de negocio de MVS, se llevaron de encuentro a la libertad de expresión. ¿Se vale reducir la libre manifestación de las ideas para impulsar la libre empresa?

El ataque presidencial en contra de Excélsior, en 1976, selló para mal el sexenio de Luis Echeverría. El ataque presidencial en contra de MVS, en 2012, selló para mal el sexenio de Felipe Calderón. ¿El despido de MVS de Carmen Aristegui sellará para mal el sexenio de Peña?

Lo cierto es que los buenos de antes pueden ser los malos de ahora o, como decía José Emilio Pacheco, “nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”.

 

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