Jesús en Reforma
Ernesto Hernández Norzagaray

 

Para Lorena

Mazatlán.- El diario Reforma volvió a sorprendernos con una exclusiva de los servicios de inteligencia del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica. Deslizó una información sobre el Cártel de Sinaloa, donde vuelve a involucrar a dos políticos prominentes del PRI presentes en la vida política del estado.

Se trata de Jesús Aguilar y Jesús Vizcarra, uno ex gobernador y el otro además de empresario aspirante nuevamente a gobernador.

La información filtrada sin embargo levanta suspicacias pues en lugar de presentarse en un canal institucional, como correspondería a un gobierno de leyes, se presenta sorpresivamente por el mediático y esto hace la diferencia entre una denuncia formal y una filtración que busca impactar en un nivel distinto al jurídico.

Por eso resulta pertinente preguntarse: ¿Por qué la vía mediática en lugar de la jurídica? ¿Qué pretende el gobierno estadounidense al darla a conocer cuando lo único que parece funcionar al gobierno de Peña Nieto es la detención de capos importantes? y ¿Cuándo están en marcha elecciones concurrentes federales y estatales? y de rebote ¿Cómo impacta en Sinaloa cuando está en juego las definiciones políticas para el 2016?

Respuestas
Una primera respuesta al menos es clara, la información golpea tanto a Peña  Nieto, como  también a uno de los grupos políticos mejor posicionados en la elección de este año y la  sucesión de gobernador.

En segundo lugar, que la información se presente ante los medios de comunicación es un dato relevante, pretende en lugar de conclusiones legales las mediáticas, agrega una burbuja más de desconfianza en torno a la Presidencia. Se trata de mandar un recordatorio al gobierno de que las investigaciones sobre el Cártel de Sinaloa tienen implicaciones e implicados políticos. Que no hay negocio criminal sin la complicidad de agentes políticos y policiales. Y si las cosas son así, la pregunta obligada es porque ahora se da en estos momentos la información y con qué propósito si, se supone, son investigaciones en proceso y secretas. ¿Qué ha pasado en los últimos días y semanas que pudieran justificar esta revelación?

Quizá, en lo general, se encuentra los retrocesos que estamos viviendo en materia de seguridad, derechos humanos o libertades civiles que nos acercan peligrosamente a la situación que se vive en Venezuela, donde la polarización social ha derivado en la eliminación de libertades públicas y mantiene encarcelados a líderes opositores. Y eso en algunos círculos de poder norteamericano pudieran haberse visto con preocupación y supondría estrategias preventivas de presión para evitar un mayor descarrilamiento autoritario. Y entonces, la detención de capos es una cuestión secundaria que por lo demás ocurre frecuentemente gracias a la información y asistencia que proporcionan las agencias de seguridad estadounidenses. No sólo es una palomita del Ejercito o la Marina.

Todavía, más, tendría que ver con la batida en toda la estructura del Cártel de Sinaloa no solo por el lavado de dinero sino por los vínculos que pudiera tener con el mundo político en el estado que se  considera la residencia de la marca de este segmento del crimen organizado (erróneo, cuánto, el cártel es una organización supranacional donde el lugar de nacimiento de algunos de sus principales líderes es un dato menor, anecdótico, marginal como la vida de los pueblos  de Badiraguato).

En tercer lugar, mientras son peras o son manzanas, la información es un ingrediente toxico en el ambiente de las campañas electorales de este año y de  persistir podrían ser decisivas en los siguientes comicios de Sinaloa. La noticia a Peña Nieto le mueve a su candidato sinaloense mejor posicionado y en el que ya ha invertido capital político. A los grupos y candidatos vinculados a los políticos señalados les saca del piso de seguridad y podría provocar rupturas y nuevas alianzas en el PRI. Incluso, servir, a los adversarios internos y externos para avanzar sin el candidato fuerte mientras la oposición tiene un argumento excelente para atacar al PRI por auspiciar candidatos bajo sospecha.

Honorabilidad
Malova, recordemos que en su campaña por la gubernatura puso en entredicho la honorabilidad de Jesús Vizcarra por sus presuntos vínculos con el Mayo Zambada  y eso fue definitivo para su victoria. La sociedad sinaloense tuvo que definirse entre el dilema moral que representaban Malova y Vizcarra. Hoy la noticia seguramente le da un respiro ya que frena momentáneamente las ambiciones de su antiguo adversario electoral y le permite mover piezas para hacerse necesario y si sucede tener control en el proceso sucesorio.

Jesús Aguilar y Jesús Vizcarra, evidentemente no asumen como verdadera la información publicada y la rechazan con molestia. Aguilar la ve al menos como un refrito de la exhibida en 2009, cuando se le señaló como protector del Cártel de Sinaloa, pero que no pasó de unas ochocolumnas.

Ahora bien, independientemente del interés de los Estados Unidos de presentar un adelanto de sus pesquisas sobre el Cártel de Sinaloa, lo cierto es que provocó un descalabro más en la Presidencia de la República, y la pregunta que sugiere es si de esta será la misma respuesta que ha sostenido frente a otras denuncias y reclamos sociales ante los actos de corrupción en el gobierno federal y algunos estatales, tiene la ventaja de que es información filtrada y la PGR puede atenderla o no, pero no es poca cosa que un subsecretario del gobierno federal y uno de sus candidatos a gobernar en Sinaloa, sean señalados como sospechoso de colaborar con el crimen organizado.

En definitiva, la información filtrada es otra mala nota para la política mexicana, si antes en los medios internacionales se presentaba a México como poco respetuoso de los derechos humanos, de la libertad de expresión y el derecho a la información, de un Estado corrupto con escaso respeto a la legalidad y el libre juego del mercado además de una gran frivolidad en la familia presidencial, ahora se le presenta como infiltrado por el crimen organizado aun cuando en estos casos no sea cierto el golpe está dado.

Malas noticias, y quizá lo peor con poca legitimidad y capacidad de reacción.