DISPARATES
Las Alegres Comadres
Armando Hugo Ortiz

 

Saludos a Luis Lauro por su onomástico

Monterrey.- Cesárea, Francisca y Carlota conviven en los lavaderos de una vecindad por el rumbo de los Pinos. Cesárea usa naguas con los colores del TRI, Pancha  de azul, Carla de amarillo con bolitas negras. Se toman juntas selfies que publican en sus feis.

Son muy amigas, uña y mugre, salvo uno que otro pleito.

La Cesárea reclamó a la Pancha por publicar una foto de ella con un relojote, diciendo que era suizo, cuando lo compró en abonos en Elektra. Por ello la Carla sugirió fueran con el Juez de Barrio, quien le dio la razón a la comadre tricolor, y Pancha eliminó la foto del pleito.

Para quitarse la muina, Nana Pancha publicó una foto de Enriqueta la Copetona, comadre mayor del TRI, dándose la gran vida en Londres con toda la prole de hijos, hijastros, entenados y gorrones de ocasión. A la Queta se le alborotó el copete al ver la publicación; de por sí otras víboras de México y el mundo ya la tienen como palo de gallinero. Pidió a la Cesárea poner a la Pancha en su lugar.

Allá van de nuevo a la barandilla del juez las tres alegres comadres, más otras amigas del chisme. El árbitro dio la razón a la Copetona, pidiendo borrar las nuevas imágenes.

Las habladas entre las comadres seguían de un lavadero a otro, hasta que terminó en un pleito donde hubo deschongue, pellizco, rasguñada, guantada a mano abierta y cerrada, luchas en lodo. En los revuelcos, las comadres mostraron las enaguas, todas renegridas.

En poco tiempo hubo reconciliación, se organizó un convite en el patio de la vecindad; como dijo Chava Flores, quitaron tendederos y ropa de asolear. Asistieron hasta el juez de barandilla y la Copetona.

Tod@s comieron en la misma cazuela.