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1900 7 Agosto 2015

 

 

ESTADO DE LOS ESTADOS
Partidocracia en pleno
Lilia Arellano

 

Cancún.- La democracia en México es una tarea inacabada desde el siglo pasado. La alternancia en la Presidencia de la República no logró consolidarla.

El regreso del PRI a Los Pinos derivó en una “concertacesión” cupular entre las tres principales fuerzas políticas y la concreción de una partidocracia. La elección presidencial del 2018 tiende a consolidar ese status quo. PRI, PAN y PRD están en la etapa de preparación para ese objetivo. Los relevos en las dirigencias nacionales de esos partidos tienden a clonar su ADN político, con el propósito de cambiar para permanecer igual. Los métodos de elección corresponden a su naturaleza: “dedocracia” en el PRI; simulación en el PAN; y canibalismo en el PRD. 

Los ciudadanos ya no creen en las instituciones. La aprobación del presidente Enrique Peña Nieto está en el nivel más bajo de su administración. Los mexicanos desconfían de la honestidad y la capacidad de quienes los gobiernan. Lo peligroso es que a los jóvenes les da lo mismo tener un gobierno democrático que uno autoritario. En México no se ha logrado concretar una nueva cultura democrática, no hay valores ciudadanos, no existe el imperio de la ley, la paz y el bienestar social siguen siendo promesas de campaña incumplidas. Autoridades e instituciones están desacreditadas, particularmente las instancias responsables de la seguridad pública, la procuración y la impartición de justicia.

La pobreza en el país y la ausencia de recursos suficientes para adquirir alimentos está asociada a la percepción y la situación real que muestra la economía en su desempeño cotidiano. Impera el pesimismo entre los mexicanos. El Inegi reportó este jueves que la confianza del consumidor sobre el presente y porvenir de su situación económica, y la del país, registró un descalabro de 1.86 por ciento en julio respecto al mes anterior. De acuerdo con los resultados del Índice de Confianza del Consumidor, en julio del año en curso los cinco componentes que integran este indicador de percepción, mostraron contracciones en comparación con el nivel donde se situaban en junio.

No hay confianza de la sociedad en su gobierno. Una serie de eventos que han tenido fatales desenlaces han contribuido a esta percepción en la que lo menos que se presenta como reacción es la burla acompañada de irritación ante los escenarios fabricados. La detención de Florence Cassez en 2005 y la pantomima que se incluyó en la cadena televisiva del sexenio; la desaparición todavía sin que se tengan resultados de la investigación de 43 estudiantes en Ayotzinapa el año pasado y lo último, la fuga del capo del cártel de Sinaloa, Joaquín “el chapo” Guzmán Loera del penal de máxima seguridad del país, destruyeron la poca credibilidad ciudadana en sus autoridades, como lo señala un artículo publicado este jueves en el diario estadounidense The New York Times, el cual sostiene que los mexicanos están dispuestos a creer cualquier teoría sobre la fuga del narcotraficante, excepto la que ofrece el gobierno. Y lo mismo puede señalarse de los asuntos referidos anteriormente.

La actual administración federal sólo ha demostrado eficiencia en acrecentar aceleradamente su deuda. De acuerdo con el Banco de México, al 24 de julio del 2015, el monto total de valores gubernamentales en circulación llegó a 5.8 billones de pesos, esto es 17 veces más que el saldo que se tenía en 1998, cuando sumaba 347,058 millones de pesos. El Banco de México emite casi 1,000 millones de pesos cada día, 38 millones por hora o 631,000 pesos por minuto: una auténtica máquina de deuda. Analistas alertan que este endeudamiento podría presentar un problema para las finanzas del país.

CANIBALISMO
En las filas del Partido de la Revolución Democrática, las tribus perredistas lograron tener de ofrenda la cabeza de su dirigente nacional, Carlos Navarrete, cuyo cargo de presidente nacional del PRD quedó a disposición de su Consejo Nacional. Lo mismo sucede con los 22 integrantes del Comité Ejecutivo. Desde el viernes y hasta este sábado los consejeros evaluarán la situación del partido, deteriorada desde que la tribu de Nueva Izquierda se hizo del control de este instituto político, a partir del 2008,  y forzó la salida de dirigentes tan importantes como Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Porfirio Muñoz Ledo y Alejandro Encinas.

La debacle del PRD se ha hecho insostenible desde que se alió con Enrique Peña Nieto y el PAN en el nefasto “Pacto por México”, que se firmó el 2 de diciembre de 2012 en el Castillo de Chapultepec en la Ciudad de México, y que resultó un fracaso total pues no alcanzó ninguno de sus objetivos fundamentales: el fortalecimiento del Estado Mexicano, la democratización de la economía y la política, así como la ampliación y aplicación eficaz de los derechos sociales, y la participación de los ciudadanos como actores fundamentales en el diseño, la ejecución y la evaluación de políticas públicas. Sin embargo, permitió la imposición del proyecto económico del “nuevo PRI”, con las reformas estructurales que terminaron de desmantelar al Estado Mexicano.

La renuncia de Carlos Navarrete será aceptada o –en un remoto caso- rechazada en el Congreso Nacional que se llevará cabo en la segunda quincena de septiembre. Los perredistas están conscientes de que llegó el fin de una etapa –la alianza con el gobierno federal- y que requiere revisarse y replantearse, lo que pasa por una renovación de las dirigencias nacional y estatales. Buscan una estrategia para las elecciones de 2018. Como su dimensión se ha achicado en grado extremo buscarán alianzas con el PAN para tener oportunidades reales de alcanzar el triunfo en algunas de las elecciones de 2016.

Este sábado, el Consejo Nacional del PRD determinará el procedimiento para renovar su dirigencia nacional. La renuncia de Carlos Navarrete llevaría a Héctor Bautista, de Alternativa Democrática Nacional (ADN), a la presidencia del Sol Azteca. Sin embargo, la cabeza de Navarrete no tiene ninguna importancia en el actual momento político que vive el PRD. Lo que realmente les urge es una propuesta programática que le permita seguir siendo una opción política. Si no es alternativa de gobierno, no tiene razón de existir y está condenado a la desaparición como todas las fuerzas de izquierda que se dejan $educir por el poder.

“DEDOCRACIA”
En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) impera la “dedocracia” del Presidente de la República. No tiene otro mecanismo de dirección. El partido de ciudadanos que impulsó Luis Donaldo Colosio en la XIV Asamblea Nacional se quedó en los anales de la historia. En el PRI sólo hay un jefe y es el inquilino de Los Pinos. Por eso no es de extrañar que desde ahora se tenga un solo candidato para sustituir a César Camacho: Manlio Fabio Beltrones.

Esta designación que se dice dejará fuera a Aurelio Nuño y a la Senadora Ana Lilia Herrera -de la presidencia del CEN- tendría que ser resultado de una reunión como la que se tuvo en el pasado, siendo Peña Nieto candidato a la Presidencia, y en la cual Jesús Murillo Karam expuso que no era políticamente correcto que fuese él quien encabezara al PRI y que la secretaria general recayera en otro hidalguense, en Miguel Ángel Osorio, porque tales nombramientos provocarían una división, ya que daban cuenta de que el grupo sería calificado de voraz. De ahí que el ex procurador decidiera renunciar a lo que llamaba “el sueño dorado de su existencia”, en bien del “proyecto”, o sea del mexiquense.

Peña Nieto, como se vio, aceptó y se impuso por encima de los afectos la conveniencia, entonces, de obtener el triunfo. Sacrificar a don Aurelio representaría un acto igual que ahora no tendría que ver con la obtención sino con la sobrevivencia. Ahora que, ¿hasta dónde ha encontrado respaldo -en la decisión que se tome una vez que se tenga convocatoria y registro- en su equipo? Eso falta por verse, porque en esas filas difícilmente tomarán en consideración la institucionalidad, la experiencia y manejo político aprendido durante varias décadas por el sonorense. En ese grupo se privilegian otros antecedentes que mucho tienen que ver con los pesos o mejor dicho los dólares.

La mañana de ayer jueves, Manlio Fabio Beltrones advirtió que será un presidente del PRI “muy cercano al presidente de la República”, Enrique Peña Nieto, y descartó buscar la máxima silla para el 2018, pues el dirigente del tricolor “debe ser un buen árbitro, no un participante”, puntualizó. La lógica señala que con el sonorense tres son los descartados, tras aprobarse la determinación de que el líder nacional tricolor no puede ser candidato presidencial; los errores como la fuga del “chapo” tendrían que eliminar a Osorio Chong, la situación económica y las devaluaciones a Luis Videgaray. Solo que, visto está, en el presente lo que menos rige es la lógica; ¿o habrá que ver para otro lado hasta encontrar al priísta “premiado”.

Por lo pronto, la Comisión Nacional de Procesos Internos del PRI emitió el jueves la convocatoria al proceso interno de renovación del presidente y la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional y definió que si sólo se registra una fórmula ésta será declarada de unidad y convocará a los consejos políticos estatales para su ratificación el 19 de agosto, y un día después por el Consejo Político Nacional, para la toma de protesta. Manlio Fabio confirmó que registrará su candidatura acompañado de la diputada federal electa, Carolina Monroy del Mazo, prima de Enrique Peña Nieto y ex alcaldesa de Metepec. Por cierto, que algo debe tener ese Municipio, ya que la Senadora Herrera también ha sido alcaldesa. ¿Será por la prosperidad que rige al tener en su suelo a las familias de los recluidos en El Altiplano?

SIMULACIÓN
En el Partido Acción Nacional (PAN) sigue imperando la simulación que ha enarbolado desde su fundación. El proceso para relevar a Gustavo Madero se inició desde el pasado 30 de junio, cuando la Comisión Nacional Organizadora de la Elección del Comité Ejecutivo Nacional del PAN emitió la convocatoria para la elección del próximo presidente nacional a efectuarse el próximo 16 de agosto. Pocos dudan que el próximo presidente panista sea Ricardo Anaya, a pesar de las inconformidades de Javier Corral.

Para mantener el control sobre el proceso de elección, éste no será abierto, sino restringido a los militantes que comprueben una antigüedad mínima de 12 meses y aparezcan en el Listado Nominal Definitivo de Electores. El padrón panista presenta anomalías que han sido denunciadas por Javier Corral, ante el Instituto Nacional Electoral y la Comisión de Afiliación del Consejo Nacional Partidista. Sostiene que casi 47 mil panistas en el padrón del PAN tienen doble afiliación, es decir, están afiliados en algún otro partido político, por lo que dicha lista presenta un crecimiento atípico y otras fallas.

Corral denunció que el crecimiento del padrón es atípico, ya que la lista de panistas creció en 2014 en 204,574 afiliados, para sumar en 2015 un total de 476 mil690 afiliados, un crecimiento de casi el 100 por ciento el año pasado, “cuando ni siquiera en los años en que el partido creció electoralmente, se presentó un aumento significativo de afiliados”, argumentó el senador con licencia. La disputa por la dirigencia nacional panista se vislumbra más como una simulación que como una lucha real por encabezar a la segunda fuerza electoral del país. En la práctica, lo que el PAN buscará con Ricardo Anaya al frente será hacer alianzas político-electorales con el PRD para contender en los diversos comicios del año que entra, medida que desaprueba Javier Corral.

DE LOS PASILLOS
Tal parece que al gabinete de Enrique Peña Nieto lo persiguen extraños males. El titular del Ejecutivo Federal ha enfrentado dos operaciones de las cuales, dado su aspecto general, no parece reponerse y ya son dos los funcionarios de su gabinete que ingresan a hospitales. El último de ellos, Emilio Chuayffet, de quien informan que lo “estabilizaron” horas después de ser internado. ¿Cuántos de los que rodean al mexiquense están “estabilizados”?

 

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