Peña reprobado, Consuelo feliz
Hugo L. del Río
Monterrey.- La ONU descalifica a Enrique Peña Nieto. El mexiquense “ha fracasado” en el doloroso renglón de los miles y miles de hombres, mujeres, niños y ancianos quienes simplemente desaparecieron. Ni siquiera se sabe cuántos son.
Al tiempo, el Grupo de Trabajo de la ONU Sobre Desapariciones Forzadas e Involuntarias, GTDFI de las Naciones Unidas, felicita a la Hermana Consuelo Morales, titular de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, CADHAC, por los buenos resultados que logró al combinar esfuerzos con la Procuraduría de Nuevo León en la localización y rescate de personas secuestradas.
El buen éxito de CADHAC y el grupo especial de la Ministerial prueba que “sí es posible” derrotar al crimen organizado, por lo menos en ese rubro. El GTDFI presentó su informe en Ginebra, Suiza, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El reporte condena la “impunidad generalizada” y demanda a Peña Nieto “un cambio de cultura” en la represión del ilícito. El análisis subraya que “el ejemplo más claro es el de los estudiantes desaparecidos en Iguala. El mundo entero sabía de ellos y el gobierno tardó meses en incluirlos en su base de datos”.
Previamente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA había considerada como inaceptable la “verdad histórica” que, sobre la tragedia, dio a conocer la Procuraduría General de la República. La CIDH hizo suya la hipótesis del Equipo Argentino de Antropología Forense, EAAF, que fue el primero en desmentir a la PGR.
La conclusión es obvia: la pérdida de credibilidad de Peña Nieto es absoluta y mundial. Desde luego, es un triunfo de los especialistas de la Universidad de Innsbruck, Austria, haber identificado los restos de Jhosivani Guerrero de la Cruz, sacrificado a los veinte años de edad junto con sus compañeros normalistas.
Pero la medalla es para los técnicos austriacos, no para la PGR. Esta dependencia se pavonea por la captura de un tal Gildardo López Astudillo, quien habría ordenado la matanza. Bah, hablamos del capitán de una taifa de sicarios que eran o siguen siendo dueños de Iguala. En el universo del narco, Gildardo no tiene ni siquiera el peso de un adarme.
Duele decirlo, pero toda vez que los mexicanos y los extranjeros negamos la veracidad de las averiguaciones oficiales y oficialistas, lo mejor sería pedirle a la propia ONU o a Interpol la creación de lo que los colombianos llaman un Bloque de Investigación que, libre de compromisos y ataduras, haga una investigación profesional. La PGR, ya lo sabemos, no lo hará.
Pie de página
El Bronco parece estar empeñado en agotar nuestra capacidad de asombro: dejar, así como está, la obra a medio concluir de la Línea Tres del Metro, es condenar a Monterrey a degradarse al nivel de una aldea africana. Al tiempo, la decisión del “ái” se va condena a muerte a docenas y docenas de negocios y empresas de todos los tamaños. De Mérida a Tijuana y de Matamoros a Tapachula hemos visto cientos de elefantes blancos. Pero ni a eso llega la Tres. Es un paquidermo albino a medio parir. Quiero pensar que, una vez más, Rodríguez Calderón habló sin conectar la lengua con el cerebro. Lo que plantea es, simplemente, inaceptable. ¿No hay dinero? Es problema que le corresponde resolver. Para eso lo eligió la sociedad.
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