Prietitos de arroz en seguridad
Hugo L. del Río
Monterrey.- Todavía no se termina de cocer el arroz del gobernador Rodríguez Calderón y ya se asoman varios prietitos. Lo más grave es que las dudas se presentan en el área de seguridad pública.
El general Antúnez, flamante secretario del ramo, era comandante militar en Nuevo León cuando unos soldados asesinaron a los dos estudiantes del Tecnológico. Los fusileros, gente no muy inteligente que digamos, pretendieron, de la manera más burda, satanizar a sus víctimas. Les sembraron armas y alegaron que no eran jóvenes dedicados al estudio sino sicarios que los habían agredido.
Resulta que los jóvenes habían destacado tanto en su tarea académica que el instituto los premió con becas. Por lo demás, tampoco tenían antecedentes penales ni nada que los ligara con el narco. Al general Antúnez todo esto le valió madre y puso a los asesinos de uniforme bajo su protección.
En la Procuraduría, el contralmirante Augusto Cruz Morales fue designado jefe de la Judicial. Su caso no es tan grave como el de Antúnez. Morales ya había sido comandante de la policía municipal de Monterrey. Su paso por la corporación fue un desastre. Y con agravantes: sus marinos también se hicieron cargo de tareas que nada tienen en común con su profesión: jefes de inspectores en Comercio, Alcoholes y todo eso.
Otrosí: la gendarmería preventiva es una cosa, la Ministerial es otra, muy diferente. ¿Escogió el nuevo gobernante a estos colaboradores o se los impuso el cada día más empoderado estamento castrense?
Tenemos, luego, la epidemia de influyentismo que se manifiesta hasta en esa proclividad del funcionariado a estacionar el auto en doble fila, en lugares prohibidos o incluso en espacios reservados a minusválidos. Y eso que están a media cuadra de El Norte, como si no supieran que, con sus arbitrariedades, le están ofreciendo caviar y champán al matutino.
Estos “servidores públicos” nos hacen saber, con su actitud, que las leyes y los reglamentos son para que los acatemos usted y yo pero no ellos.
Rodríguez Calderón debería seguir una política de cero tolerancia. Apenas hace unas horas que fue investido y ya están sus funcionarios abusando del cargo. La calidad de un gobierno se manifiesta en los grandes y pequeños detalles: desde la erradicación de los moches hasta el respeto a la vía pública.
Mal comienzo para la cabalgata de seis años.
Pie de página
La ONU se unió a las instituciones y grupos que forman parte del compló para desacreditar a México. Bueno, eso dice la historia oficial. El hecho es que Zeid Ra´ad Al Hussein, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, reprobó en la materia al gobierno de Enrique Peña Nieto. El funcionario internacional validó el análisis del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Internacional de Derechos Humanos de la OEA. “El caso Iguala”, dijo, “es un microcosmos de problemas crónicos que subyacen a la implacable ola de violaciones de derechos humanos que está teniendo lugar a lo largo de México”.
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