Nuño: presidenciable en vitrina
Eloy Garza González
Monterrey.- Llega Aurelio Nuño a su comparecencia ante la Comisión de Educación del Congreso de la Unión. Lo acompaña Javier Treviño, Héctor Gutiérrez, Otto Granados.
Nuño es un tipo sospechosamente bien plantado, traje impecable, tono de desdén con aroma a Mirrey, todo lo contrario a un cuerpo desmadejado.
Cinco semanas apenas en el puesto de titular de la SEP. Improvisa su intervención. Chico que hizo la tarea. Dos años y medio después de aprobada una fantasmal Reforma Educativa que se suma al pantano de las otra 12. Parsimonia con aspiraciones presidenciales. Más un plan de trabajo que conclusiones del Tercer Informe Presidencial. Y su discurso es neutro, plano, soso, desapasionado en el peor de los sentidos.
Habla Nuño de cobertura suficiente en educación básica. Se construirán más de 35 mil nuevas aulas escolares. Aunque el 13% de las escuelas primarias no tienen baño. Menos esperanza hay para la educación media y superior. Además de que faltan buenos niveles de calidad educativa. 33 millones de docentes de primaria, secundaria y preparatoria, en un sistema de aprendizaje mediocre. La calidad, dice Nuño, queda para la segunda etapa. No dice cuando ni qué significa esa sucesión de etapas con su nuevo modelo escolar.
Dudas de saber a qué se refiere en realidad con sus prioridades retóricas. Somos el sexto país en patrimonio cultural, según la UNESCO, pero no hay una política pública para preservarlo. En el Tercer Informe Presidencial, de más de 600 páginas escritas, solo 17 páginas se refieren vagamente a la cultura. Igual pasa en el caso de la formación de personal docente que alienta la inequidad. Y la pobreza en el salario magisterial que abre la política clientelar. 250 millones de pesos mensuales destinados a pagos ilegales a líderes sindicales.
El deterioro de los niveles educativos por el que no merecen ser culpados los docentes con evaluaciones punitivas. Tampoco dice Nuño cómo ni cuando continuar la reforma pendiente. Sustituye los indicadores con cifras y programas con resultados numéricos sin análisis comparativo. Le falla a su exposición la llamada razón instrumental. Lenguaje burocrático y superficial: se queda en la epidermis de los problemas educativos.
Sale triunfal (es un decir) Aurelio Nuño de su comparecencia. No cabe duda: es el gallo de Peña Nieto para la presidencia. Videgaray se enredó en sus cifras macroeconómicas y ha perdido piso. Pobre. Termina la comparecencia en medio del analfabetismo funcional de los presentes, incluyendo a Nuño. Siguen faltando escuelas e infraestructura. 14 mil planteles sin pizarrones. 40% de las primarias del país sin energía eléctrica y 30% sin agua potable. 46% no tienen drenaje.
Son saldos rojos de la reforma educativa, reducida a simple mercancía en aras de ser privatizada más pronto que tarde.
