DISPARATES
La hora cuchi cuchi
Armando Hugo Ortiz

Monterrey.- El cambio de los ayuntamientos en los 52 municipios de Nuevo León, dentro de unas horas, no genera tanta expectación, como la llegada de Jaime H. Rodríguez a la gubernatura.

La gente hacía cábalas sobre el primer medinista que pisaría la cárcel. Hasta hoy nadie.

Los relevos municipales pintaban tranquilos; pero el hombre propone, dios dispone, viene el Trife y todo lo descompone, al revertir el cómputo final en Juárez, y otorgar el triunfo al candidato del PRI. Hubo protestas inéditas en capital de los tamales.

Legisladores locales de  todos los partidos, menos los independientes, reclamaron que –ante los conatos de violencia generada en ese municipio por el disgusto ciudadano– el Estado (o séase el Bronco) “ponga orden” (o séase, que mande policías a asestar cabronazos).

Entre la macolla iba un tal Tlaloc Cantú, militante del PRI (igual que el piloto sinaloense que trasladó al Chapo), el más lengua suelta, responsable de haber provocado el “desorden”, cuando utilizó su notaría para inventar actas fraudulentas, de las que se valió el Tribunal para anular el conteo previo, favoreciendo al candidato de su partido.

Con la decisión final de este miércoles, de refrendar el triunfo tricolor, se cierne un huracán tipo Patricia; puede terminar en lloviznas, o en tormenta de grueso calibre.

Los hados del Averno se alinearon para poner muy pronto la prueba inicial al Bronco. No importa la decisión que tome, los dueños de estaciones de radio y TV están prestos para encabezar los reclamos contra el gobernador mostrenco, secundados por los revanchistas de todos colores y sabores.  

Si manda golpear a quienes votaron por él, perderá parte del respaldo ciudadano que tanto necesitará; si no, le enjaretan juicio político para su destitución temprana.

Antes que el primer medinista pise la cárcel.

a_hugo16@hotmail.com