Reparar la ciudad
Ricardo García Martínez
Monterrey.- Iniciaron nuevas administraciones Municipales y Estatal, suponemos con espíritu de trabajo y servicio hacia los ciudadanos. Se esperan cambios con Jaime Rodriguez en la manera de gobernar, aclarando que el Estado no es un caballo, es un conglomerado humano.
Cambiar para no cambiar sucedió el año 2000 con Vicente Fox, hartos del PRI y con el nefasto Calderón; hartos de la inseguridad, quisimos cambiar con Peña, para seguir igual.
Monterrey luce abandonada, la vemos bonita solo en tarjetas postales; su rostro real es otro: el 90% de su población vive en una Area Metropolitana extendida a salpicones, sin una autoridad fuerte, con munícipes blandengues y desarrolladores urbanos que construyen “apariencia, no habitabilidad”.
El espacio citadino tiene dañado su tejido social, por el caos urbano y económico producto de un endeudamiento siniestro de Rodrigo Medina y colaboradores.
Los polígonos de pobreza aumentaron al 2015, con 1 millón 132 mil personas que luchan por alimento, vivienda y salud, donde 100 mil sufren extrema pobreza; muchas en el centro citadino, que parece periferia, sin educación y buscando comida. La seguridad es reducida, robos y asaltos en casas y cristalazos son diarios y a toda hora.
Los alcaldes requieren una Autoridad Metropolitana que regule su desarrollo urbano y defina metas para que no haya un mal y caro urbanismo. Yendo a Medellín, Colombia y llevando al dirigente sindical de los trabajadores del estado, sin haber razón, no ejemplifica ahorro ni administración.
La solución es una austeridad republicana, como López Obrador propone, un urbanismo barato, reparando avenidas y calles con bacheo, señalamientos, rayado peatonal y vehicular y rescatando bocacalles. Los embanquetados del gran cuadro atiborrados de postes, anuncios e invadidas por autos (Venustiano Carranza, José Alvarado, Simón Bolívar...). Deseamos avenidas tipo Masarik, con banquetas ampliadas para peatones, bicicletas y arborización.
El nombre de Secretaría de Desarrollo Sustentable resulta engañoso, es más definitorio el de Secretaría de Urbanismo, que incluya el Desarrollo Regional, con alientos fiscales y de infraestructura para Linares, Anáhuac, Bustamante, China-Bravo y Allende -Montemorelos.
El Agua de Monterrey VI es necesaria a futuro para el consumo humano regio, no para el negocio privado del fraking; no hay una conclusión definida al tema: cancelar, reducir o proseguir.
Broncos en el gobierno ya los hubo, creativos y trabajadores: Martínez Domínguez, Bernardo Reyes y Arturo B. de la Garza son prueba de ello.
Desmontemos mecanismos y prácticas de alcaldes cínicos, descarados y perezosas y montemos dignidad a Nuevo León. No huyamos de la ciudad y su problemática, como dijo Lorenzo Zambrano. Participemos en la reparación de la ciudad y el estado, con renovada calidad de vida.
* Arquitecto UANL ,Urbanista UNAM, IISUA.
