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1978 25 Noviembre 2015

 

 

Ingenuo de mí
Hugo L. del Río

 

Monterrey.- Propongo, muy seriamente, que el gobierno de Enrique Peña Nieto nombre al Chapo Guzmán jefe de la campaña contra las drogas. ¿Por qué no? Tenemos a Arely Gómez de procuradora de la República y como secretario de Gobernación a ese ejemplo de aliño político que es Miguel Ángel Osorio Chong.

Completemos, pues, el triángulo de la muerte y la corrupción. México, nos dijo el lunes Osorio, es una democracia gracias a que el Estado abre los canales del diálogo y la libre manifestación de las ideas. “Mientras más se escucha mejor se gobierna”, asentó. El hombre de Bucareli habló en el defe en un evento que reunió a los concesionarios de estaciones de radio y canales de TV.

Todos los días aprendemos cosas nuevas. Resulta que México es una nación democrática donde los medios de comunicación social difunden, sin cortapisa alguna, las noticias que norman el criterio del ciudadano. Ingenuo de mí. Pensé que en Nuevo León nuestros grillos se habían ganado a pulso el doctorado en cinismo. Qué va: apenas si son escolapios.

Carmen Aristegui y su equipo de colaboradores aprendieron hace poco dos que tres cosas acerca de la libertad que gozamos los mexicanos para difundir información. Y en Veracruz, el gobernador Duarte sin duda habrá ilustrado a Peña Nieto y los secretarios militares sobre el respeto que guarda su administración a la Prensa escrita o electrónica. Sí, hay en lo que va de ese sexenio cosa de una docena de periodistas muertos pero, vamos, nadie vive eternamente. De algo se tenían que morir. Desde hace años se abrió la temporada para cazar impunemente al periodista.

Si me equivoco, harán el favor de corregirme pero entiendo que, aunque Veracruz es el estado más peligroso para mi profesión, en todas las entidades federativas han sido asesinados colegas. Duarte, naturalmente, combina las negras artes de la matanza de informadores con una corrupción propia de sátrapas del antiguo Oriente… y de gobernadores mexicanos.

Osorio habla de diálogo. ¿Con quién: sus familiares, sus homólogos de gabinete, el Presidente, sus reporteros, columnistas, editores, locutores, productores amaestrados y toda esa fauna? Ciertamente, no es con la sociedad con quien dialoga el titular de la SeGob. Duele recordar que en ese sillón se sentaron don Jesús Reyes Heroles y Mario Moya Palencia, ese hombre culto y talentoso.

La crisis es pareja. El mexiquense y sus colaboradores nos dirigen la escalofriante frase que escribió Orwell: “aquí tenéis un hacha para cortaros la cabeza”. La realidad mexicana desborda la iniquidad de “1984”.

Pie de página
¿Hasta cuándo entenderemos que los políticos hacen promesas que nunca tuvieron la intención de cumplir? Exigirle a un jaque de este oficio que respete sus compromisos es como pedirle a Poseidón que convierte a los mares y océanos en masas de agua potable. El político miente por oficio y por naturaleza. Sabe que si dice la verdad se morirá de un infarto masivo.

hugo1857@outlook.com

 

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