DISPARATES
Un príncipe rubio
Armando Hugo Ortiz

 

Monterrey.- Recuerdan ustedes la historia oficial de que en siglo XIX, un grupo de malos mexicanos recorrió las cortes de la Europa imperial, buscando un noble ilustrado que viniera a gobernarnos. Su argumento era nuestra incapacidad.

Batallaron, pero de 1863 a 1867 tuvimos a Maximiliano como emperador. Luego de su aprehensión y fusilamiento, nuestro país vio con optimismo su futuro viable.

Si Juárez viera el México del siglo XXI, le daría la razón a los Reaccionarios, sus acérrimos enemigos. El pueblo mexicano es un idiota incurable. 

Liberales y Conservadores del siglo XIX coincidirían en que ni el PRI ni el PAN son sus descendientes, mucho menos el PRD; no hay posturas ideológicas, el único pegamento que une a los políticos es la corrupción. 

No se sabe qué es mayor: el cinismo de los gobernantes o la pasividad de los gobernados: saquearon los recursos naturales, lo restante se malbarata al extranjero.

Ayer aterrizó en México el avión de Peña Nieto, hagan de cuenta la carroza imperial de Maximiliano y Carlota

Más tarde llegó Humberto Moreira, por la misma pista de aterrizaje.

PAN y PRD  entregaron a la PGR las listas de sus candidatos a cargos populares, para que investiguen antecedentes delictivos. Por qué preguntar a un simple empleadillo; mejor a los Patrones del crimen organizado, tienen santo y seña de todos.

El PRI no entregó ninguna lista a la PGR, ¿Para qué?  

Más que preparar festejos para el 160 aniversario de la Constitución de 1857, se debe cabildear un decreto, como en 1863, para que venga a gobernarnos un príncipe. Ojalá alguien lo convoque en “change.org. ¿Quieres cambiar algo?”

Tal vez la nobleza europea exclame ¡Guácala! Entonces habrá que buscar otro valiente que desee erradicar el tamal de la podredumbre en México.

¿Aceptará Donald Trummp?

 

 a_hugo16@hotmail.com