#entrecacosteveas
Roberto Guillén

Monterrey.- Pero los cacos también cuentan. Tal vez uno nunca han ido a una manifestación. Seguramente no saben ni con qué se come eso que llaman los Derechos Humanos… pero claro, los cacos también cuentan.

Los boletines del Poder – y de muchos medios de comunicación- son como una maquinaria que se obstinan en meternos una disneylandia en la chompa. Por eso el mismo Vicente Fox le pedía a la gente que no leyeran periódicos. Su gran misión para con los mexicanos consistía en rotular a la generación con el bocho y el changarro.

Pero como la República es manejada por una agencia de publicidad, en tiempos de Peña Nieto les regalan una pantalla plana, pero ¡oh! Loada sea la inconforme condición humana, los cacos quieren más…

El otro día mi camarada David Chomski , mientras me encontraba en el cafetín, me describió la escena que se ha puesto de moda entre los cacos, bueno, que la tecnología les ha brindado a los cacos.

Como ustedes saben la hipnosis del whatsapp y del Facebook es letal… cuando en la parada del proletario queremos fanfarronear  con nuestro Smartphone…hasta que ¡cuashh!  aparece una  mano de chango  y nos dejan rumiando el agandalle, mientras el caco vuela como una gacela.
Y es que los cacos son bien diestros. Mi camarada Chomski tan sólo alcanzó a ver esa antenilla con que los urbanitas atenazamos el celular para empezar a videar a cierta distancia, pero un corto circuito sufrió la alegría cuando irrumpió el caco en la fiesta.

La antenilla rodo por el suelo, el galgo voló y un policía panzón teatralizaba una escena del tercer mundo. ¡Ahh! Los cacos, alguien debería creer en ellos, tal vez con un toque de orientación los podríamos meter en una olimpiada. Chance y nos saquemos la medalla de cobre.

Dicen que lo mismo le pasó al embajador de Alemania, quien bien giriolo disfrutaba de su té en el Palacio de Bellas Artes, cuando desde la segunda planta veía cómo un caco se llevaba su bicicleta de 4 mil dólares.

Se dio cuenta que Peña Nieto tan sólo es parte de una escenografía de papel maché… y cada vez que se acuerda de los bigotes de Don Beltrone, le viene a su mente su bicicleta de 4 mil dólares, mientras imagina el hashtag que lleva el Preciso en su banda presidencial:  #entrecacosteveas.