Suscribete

 
2104 19 Mayo 2016

 

 

INTERÉS PÚBLICO
El pasado
Víctor Reynoso

 

Puebla.- De los diversos temas tratados en el debate entre candidatos a la gubernatura poblana el pasado 12 de mayo, destaca la propuesta del candidato del PAN, Tony Gali: hay que evitar que el pasado regrese. Y limita el pasado a una persona, Mario Marín. Gali en el debate, y en general la propaganda panista se ha centrado en lo mismo: identificar a la candidata del PRI, Blanca Alcalá, con Marín.

Quien conozca la política poblana, así sea solo a través de la prensa, sabe que el vínculo entre Marín y Alcalá es complicado, o más precisamente, conflictivo. Ciertamente están el mismo partido, pero eso está lejos de implicar cercanía o identidad. Ciertamente Alcalá fue candidata a presidenta municipal de la capital en 2007, cuando Marín era gobernador. Pero cuando el proceso electoral inició el partido de Marín y Alcalá, el PRI, estaba unos 20 puntos por debajo del PAN. La candidatura de Alcalá se interpretó como una acción del grupo marinista para protegerse, y mandar a una priista ajena a ellos a una muy probable derrota. Alcalá revirtió las preferencias y venció al candidato panista Toño Sánchez.

Ya en la presidencia tuvo distancia y hasta conflictos con el marinismo. No hay más que releer la prensa local después de que la caída de la rama de un árbol en el Zócalo de Puebla acabó trágicamente con una vida. Los marinistas se fueron contra la presidenta municipal.

Otro episodio que evidencia la distancia entre Alcalá y el marinismo se dio en la sucesión gubernamental de 2010. En encuestas que buscaban ubicar al priista con mayores preferencias en la ciudadanía se excluyó a Blanca. Se le canceló cualquier posibilidad de ser candidata.

Así es la política, se dirá, llena de paradojas: el principal argumento contra la candidata del PRI es que detrás de ella está quien ha sido su principal adversario dentro de su partido. Que el argumento sea una mentira no preocupará a muchos, a los partidarios del “haiga sido como haiga sido”: en política todo se vale, dicen.

Quizá sea más cierta la afirmación de quién fue la mejor en el debate, Ana Tere Aranda: el PRI no se ha ido de la gubernatura poblana. Quienes controlan hoy el poder político en la entidad, por origen, trayectoria, valores y estilos políticos siguen siendo priistas.

Un ejemplo es la manera como se ha comportado la autoridad electoral en el estado, el OPLE. Por propuesta del PAN, esa autoridad dejó de ser nombrada por los congresos locales: para evitar que el poder local colocara ahí consejeros a modo, que se alejaban del los principios de imparcialidad y legalidad.

Hoy seguramente el OPLE poblano es, por su lejanía con estos principios, el más cuestionado de todos los que están en funciones. Y no me refiero solo a la opinión pública o a los actores políticos, sino a los de la máxima autoridad en materia judicial electoral del país, el TRIFE.

Destacó también en el debate el candidato de MORENA, por su opacidad. Sin duda el menos hábil en el debate. Algún sustento tenía el meme que preguntaba y respondía: “¿Quién es el candidato de MORENA en Puebla? Ni Obama lo sabe.” Si ese partido en la elección de junio obtiene lo que dicen algunas encuestas señalan, un 10% de los votos, algo insólito para un candidato de izquierda en una elección local poblana, quedará claro que la marca vende.


Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

15diario.com